dissabte, 12 de setembre del 2009

Dublín69

Esta es la historia sobre un personaje, que decidió ir a pasar unas largas vacaciones, en época de crisis, a un país desconocido, de lengua casi tan desconocida, en las que llevará a cabo una serie de aventuras y desventuras peculiares. Este personaje, Bob, nos llevará de la mano en un viaje de 69 días por la capital Irlandesa. Es un intento de supervivencia, a base de vivencias, situaciones, anécdotas, descubrimientos etc, de lo que percibirá día a día en esta experiencia. Todo en esta vida es cuestión de sensaciones, creo que dijo alguien alguna vez; descubriremos la personalidad de nuestro caminante, y como le suceden los acontecimientos directamente relacionados con su carácter y personalidad, de decisiones y pensamientos particulares, pero respetables al fin y al cabo; Para seguir esta historia, habrá que situarse a modo de intento de novela literaria, sobre la veracidad de lo narrado, y con un humor particular (como el del desaparecido Eugenio, humorista sin sonrisa). Solo es un intento de plasmar una experiencia, de una manera particular -I did it my way!!- cantaba Frank Sinatra,
Cuando nuestro personaje decidió emprender el viaje, lo hizo barajando una serie de posibilidades, y posibles acontecimientos, sopesando siempre todas las opciones posibles, como haría Renné Descartes, para así intentar tener previstas algunas soluciones, aunque como descubriremos, no siempre podrá.

Día 1

Camino del aeropuerto de Girona, con un diluvio tremendo, que golpeaba la carrocería del coche violentamente, Bob mantenía una animada conversación con su chofer ocasional, de nombre Dani California, sobre la moto de este. Dani exponía el por qué sobre la decisión de elegir una Kawasaki en vez de una Honda, que quizá en un futuro se arrepentiría, ya que había oído decir que las Honda, a la larga, cuando ya tienen unos años, funcionan casi como relojes Suizos. Bob, que trabajó hace ya varios años en una tienda de motos, y que desde hacía años devoraba revistas de coches y motos con el afán irrefrenable de aprender, ya que es un mundo que le apasiona, intentaba tranquilizarlo, argumentando, que no siempre las leyendas urbanas son ciertas, y que si bien Honda, en Japón es la marca de motos nº 1, Kawasaki no anda demasiado lejos en ventas, pero mucho menos en calidad, ya que es una marca, que esta dentro de un consorcio de varias empresas, dedicadas a diversos negocios, donde se podría decir que el dinero no les falta. Más adelante, con el cielo en calma, tanto como la del caminante Bob, este le hacía saber a su amigo Dani, que había contactado días atrás, con dos o tres personas por Internet mientras buscaba piso para alquilar, una de las cuales era un contacto facilitado por un conocido, que le aseguraba le ayudaría en cualquier cosa, para una vez instalado en la ciudad, tener la posibilidad de solicitar alguna ayuda sobre información a través de estos. Dani, se alegraba por Bob, ya que exponía la serie de ventajas que eso conlleva al llegar a una ciudad desconocida, en solitario, y con las dificultades de no dominar el idioma. Bob, le contrastaba a Dani, que tenía sus dudas acerca de esos contactos, ya que Internet, tiene la particularidad de poder hablar con todo el mundo, i la imposibilidad de palpar la amistad, ya que delante del teclado, toda la gente pasa horas muertas chateando, enviando mails, hablando por el Skype, pero no viéndose nunca, claro, van del trabajo, a los colegas, y luego a casa, a hablar con los amigos virtuales. Dani desconfiaba, ya que si se habían ofrecido, él entendía que era para cumplir, Bob pensaba, que la gente muchas veces te ofrece ayuda, pero en realidad es tan virtual como Second Life, ya que parece ser, que cuando se ofrecen a ayudar, no conciben la posibilidad de que sea reclamada, es un poco lo de hablar por hablar, pero a Bob tampoco le preocupaba demasiado, ya que una vez allí, ya pondría en practica lo aprendido en el Servicio Militar, y usaría técnicas de supervivencia para integrarse o camuflarse en el medio. El avión salía a las 22.15 hora local, a las 20.00 llegaban al aeropuerto, con el primer contratiempo, Bob no tenía la tarjeta de embarque imprimada, y además tenía que facturar una de las maletas. Allí, después de pagar, se despedía de Dani California y agradecía el esfuerzo de llevarlo hasta allí, este quitaba importancia al asunto, y le recordaba el pacto, -m’has de portar un gorro d’aquells tipics de les botigues de souvenirs tiu!-!.- Cap problema tiu!!- Contestaba Bob.
2 horas y media después el avión aterrizaba en el Dublín airport. Ahora solo había que recoger la maleta y salir para ir en el autobús hasta el centro. Una vez en el centro, en O’connell street, había que ir a buscar el albergue, Dublín Internacional Hostel se llama, situado en Mountjoy street. O’Connell street es la calle más céntrica de Dublín, hay quién dice que es como las Rambles de Barcelona, para situar. Cuando Bob caminaba por allí dirección al albergue pensaba – Como las Ramblas de Barna? ni de coña colega!!-. Solo una cosa sorprendió a nuestro personaje, The Spire, que es como un cilindro cónico, acabado en punta, con esta última parte iluminada que mide unos 140 metros de altura, realmente como punto de orientación va bien, a parte de lo espectacular que resulta. Bob encontró 2 chicas rubias en las puertas de un típico pub Irlandés, oriundas del lugar, a las que pudo preguntar sobre la dirección del Hostel, para su sorpresa, las chicas no sabían donde estaba la calle, Bob pensó –Solo a mí se me ocurre preguntarle a 2 tías por una dirección, si salen de la cocina y pierden el Norte!!-. Aunque rápidamente se alegró, cuando después de que una de las chicas se lo repitiera por segunda vez, quedaron en el mismo pub al día siguiente para tomar algo. Finalmente, con una hora menos que en las Españas, llegaba al albergue, 1.00 am, reservaba habitación, y se iba a dormir por el agotamiento del viaje, con pateada kilométrica incluida.

Día 2

Domingo 5 de Julio, el día empieza con un almuerzo gratis que va con la cuota de 23 € por noche del albergue, tarifa de Viernes y Sábado, 17 € para el resto de días. A escasos 15 minutos a pie del Hostel, está el museo, al lado de un teatro, donde hay la exposición de Bodies, 10 € y para adentro a vernos el interior. A Bob, desde hace unos cuantos años, les fascinan ciertas exposiciones, y otra seria de cosas desconocidas, de las que en sus años mozos, pensaba de vez en cuando, -Algún día habrá que ir a ver-. No solo de carreras vive el hombre, y con sus 31 primaveras acumulaba otra vivencia interesante sobre el interior de las personas. Saliendo del museo, Bob llama a un tal Carlton M., con quién había intercambiado mails en busca del alquiler de una habitación, para comentarle que ya está en la ciudad, y que a ver si pueden quedar para después de comer, ya que tiene una serie de dudas, Carlton, manifestaba lo ocupado que estaba esos últimos días, con los preparativos para un viaje a África en los próximos días. Segunda llamada, al contacto facilitado por el profesor, Steve N. Bob se presenta, le comenta que va de parte del conocido común, que ya ha llegado, charlan animadamente y quedan en llamarse en breve para quedar. Esa misma noche se disputa el gran premio de motociclismo en Laguna Seca, Bob ya sabe donde va a cenar y a seguir la carrera, en un Pub llamado Thunder Road, un pub ambientado en los United States, con 3 o 4 Harley Davidson, Indios de madera, etc. Una vuelta por la ciudad, a ver algunas calles comerciales, Henry Street, Parnell Street y la zona de Temple. A media tarde se dirige al pub donde había quedado con las 2 rubias, para su sorpresa Jessica & Jenny ya estaban allí. Bob, en su rudimentario inglés, después de pedir una pinta, probarla y sorprenderse de lo buena que le resulta, les explica a las Irish girls, que no le gusta la cerveza, no le gusta ni siquiera la palabra, pero que ha flipado, porque la Guinness si le gusta, Jess le hace saber que no es la primera persona que le pasa, es que la Guinness es la Guinness. Rato después, Bob les propone a las chicas ir a cenar, estas aceptan, avisando que no podrán quedarse hasta muy tarde, ya que el Lunes toca trabajar. Mientras cenaban los tres, Bob se sorprende como en un bar con ambiente motero, solo él está pendiente de la carrera de Moto GP, y a la vez no olvida la cómoda compañía, repartiendo su atención entre la carrera y las chicas; esto sorprende a Jenny, que advierte que su novio, cuando hay fútbol Gaéilco, Rugby o fútbol, no le presta la atención por ella requerida, que no es capaz de hacer 2 cosas a la vez, cosa típica en los hombres. Bob no se sorprende que Jenny tenga novio, ni de esa manifestación, tampoco se sorprende que Jess tenga “un amigo”, estas son cosas que habitualmente pasan; también sabe, que chicas con novio, les guste tener amigos para que leas escuchen, estos suelen ser chicos que creen que tienen alguna posibilidad de liarse con ellas, y estos son los que ellas requieren, porque no dejaran al novio por ellos, pero que durante un tiempo, los tendrán a su disposición para “pasar la broca”, no todas las chicas tienen amigos gays, pero se conforman con alguien que les vaya detrás. Acaba la carrera, y Jess pide el numero de móvil a Bob, para llamarlo otro día, Bob no lo sabe, pero ya ha caído en las redes de Jess.

Día 3

Hoy toca hacer de turista, en Frederick Street, hay un gran parque, el Garden of Remembrance War for Irish freedom, donde Bob quedó gratamente sorprendido por la gran cantidad de gente que descansa en los bancos, alrededor de la larga fuente de agua, donde comen, leen, se besan las parejas, juegan los niños, etc. Luego visitó la Tyron House, el City Hall Parlament, mientras de camino hacia la Seguridad Social, se le ocurrió llamar al tercer contacto, por si le podía ayudar a hacerse el PPS Number, documento para poder trabajar. Contacto fallido, no tenía tiempo, etc. Luego, larga caminata hasta el Dublín Castle, donde nuestro personaje aprecia la evolución de los años, y el contraste de las murallas de un castillo que data de 1204, y donde justo detrás se alzan unos bloques de pisos modernistas, en un claro ejemplo de cómo evoluciona la sociedad, sin destruir lo que otros levantaron. Justo al lado del castillo, esta la Chester Beatty Library Gallery, espectacular galería donde se recoge el paso del tiempo y las diferentes culturas del mundo, con piezas de colección; Hay también, un pequeño bar-cafetería y una librería. Y de aquí, a la St. Patrick’s Catedral, iglesia que data de 1192, donde aquí si, hay que pagar para entrar, -si, para contribuir a la causa de Dios- piensa Bob, y recuerda una frase –La iglesia que mejor ilumina, es la que arde!!-. Pero nuestro personaje, no tiene ingresos, decidió pagarse el viaje y los gastos que pudiera tener, también previstos más o menos, con sus ahorros, que en otra época ya habría invertido en una moto o un coche. Esta vez, el caminante decidió que era mejor huir de la justicia de su país, donde en cuyo pueblo, el mismo alcalde le acusó de perpetrar una trama para que ardiera en llamas, y así poder reconstruirlo de nuevo, huyendo de las directrices y normas que se marcan hoy en día, -en vez de ayudar a los habitantes, vamos a buscar la manera de joderlos, organizando eventos a los que como mucho acuden 500 personas de las 13.000 que viven. Que grande Roma, cuando sus habitantes comprobaron que así no era modo de evolucionar, la hicieron arder entera. Por qué no hacer lo mismo aquí? Si los pirómanos no se hubiesen vendido al alcalde por un piso de protección oficial y una plaza de parking, la idea buena, en vez de quemar los bosques, que no tienen culpa…- En medio de esta profunda reflexión, suena el móvil, era Jess, grata sorpresa, en pocos minutos quedaban en el más famoso pub de Dublín el Temple Bar, aunque no para Bob, que era el Thunder Road. Después de un par de pintas, una animada conversación a solas con Jess, interrumpida a veces por las críticas a su “amigo”, Bob reaccionó rápidamente deslizando suavemente su mano por el muslo de Jess, -pensó que si no mostraba rápido su interés por ella, creería que podía llamarlo siempre para desahogarse, y el único tipo de desahogo que podía ofrecerle él, era el del sexo salvaje sin vaselina-, ella no dijo nada, y encaminó la conversación a temas más hot que dicen los ingleses. Los dos median las palabras, ya que la falta de dominio del inglés de nuestro personaje era evidente, y no quería perder esa oportunidad. Jess trabajaba de dependienta en unos grandes almacenes, con 25 años, ya había tenido 2 desengaños amorosos, rubia, con buen tipo, cuidaba mucho su dieta, su físico, y su pelo, largo y ondulado. Leía algo de literatura de vez en cuando, pero aún no había encontrado su príncipe azul. Jess le contó a Bob, que era diferente de todos los chicos que había conocido, éste le preguntó, si realmente los había conocido, o como hacen las mujeres solo se limitó a dejar que ellos la conociesen. Jess se enfadó, ya que como le pasa a las mujeres, no les gusta que le digan los errores que cometen. Hábilmente la consoló, explicándole que no eran culpa suya los fracasos amorosos, (“Todas las cosas nos pueden hacer reír, o nos pueden hacer llorar” de Séneca) añadió, que casi forma parte de la sociedad que hemos creado, en la que todos van muy deprisa, y con el escudo y la lanza por delante, con un miedo horrible, a saber a qué, no se escucha a nadie, se le pierde el respeto a la gente, nadie tiene la idea de pararse a pensar nada, y se dejan llevar. Jess sorprendida, le confesó que ahora que lo había conocido, tenía una percepción de él diametralmente opuesta a la que se había hecho, -qué raro! No es diferente a ninguna de las tias que conozco, primero juzgan, y con ese sexto sentido que les han vendido que tienen, lo peor es que creen que no se equivocan nunca! Si cae… otro polvo pasajero-.

Y de una conversación animada, se pasó al silencio más absoluto, solo interrumpido por los gemidos de placer de ambos, y de algún que otro empotramiento contra la pared, del recibidor del piso compartido de Jess. Una orgía de cuerpos entrelazados, primero un 69, luego un 88, y así hasta el Infinito y más allá, sudados, cansados, primero por delante, luego por detrás, hasta por la oreja, y pasándolo a los grande siempre a pelo; para acabar en una explosión de espermatozoides muriéndose en una guerra que ni se pensaban.

Día 4

Con un agotamiento inesperado, hoy toca visita a la Guinness, se procede a la aventura primero de coger el autobús nº10, y explicarle al chofer dónde bajarse lo más cerca posible de la fabrica. Cristina María agárramela que se me enfría, o María de la O, una chica de la capital española, políglota, enamorada de un chico francés desde hace 5 meses, trabajadores ambos de la recepción Hostel, muy amablemente le había informado, que con el carné de estudiante, obtendría un descuento. Así fue, 4 € de descuento sobre los 15 del ticket, con derecho a una degustación, una rápida clase de cómo tirar una pinta perfecta, y una pinta gratis en el Gravity Bar, una construcción con unas vistas realmente espectaculares de la capital Irlandesa, con paredes completamente acristaladas, donde justo en el medio del campo de visión hacia los monumentos más importantes de la ciudad, se leen unas inscripciones el los mismos cristales. Una vez en la cima de la fábrica, después del largo pero interesante recorrido, Bob se presenta a la guapa camarera que le obsequia con la pinta y una bonita sonrisa, a causa de lo gracioso que es al intentar hablar el idioma nativo el apuesto forastero. Glen, de nombre, le apunta su nº de teléfono disimuladamente en el posavasos. Bob, una vez sentado y disfrutando de la pinta y la vista, comienza a imaginarse la cita con su camarera preferida, aunque le asaltan unas dudas, pero como es un hombre tranquilo, que suele solucionarse los problemas de maneras muy peculiares, rápidamente se olvida, se despide de las vistas, de Glen, y toma camino del Nacional Museum of Modern art. Comienza a llover, nuestro caminante ya preparado por el cambiante clima de la ciudad, se cubre con el poncho mientras piensa –“nunca llueve eternamente”-. El museo, situado al este del centro, se accede a través de un arco en forma de puerta medieval, y después de una larga recta de casi 1 Km., como la del Circuit de Catalunya, se vislumbra al fondo el antiguo edificio, aunque conservado en perfecto estado de revista. En la entrada, Bob se sorprende que sea gratuita, a no sea que se requiera de un guía. Después de contemplar las obras que están situadas adornando los interminables jardines de césped, se puede transitar por las inacabables galerías rellenas de cuadros, unos más interesantes que otros. De golpe, se oye una chica discutiendo con el novio por teléfono, en las esquina de una de las salas, junto a la ventana, y ante la estupefacta mirada del vigilante de sala, Paki, le hace saber lo tremendamente decepcionada que se siente por haber acudido sola al museo, era muy importante para ella que él la acompañara, Paki le reprochaba que siempre hacían lo que él quería, y que cuando ella le ha acompañado a algún lugar que no era de su agrado, lo ha hecho sin rechistar. Llevan 4 años de novios, y a los 22 años que tiene, ella, 19 él, habían planificado unas vacaciones de 8 días por las zonas más interesantes de la isla del trébol. El novio alegaba cansancio, después del tercer día visitando la ciudad, y solo quería descansar una tarde, hacer la típica siesta andaluza. Bob se interesa por el estado de la joven e inexperta chica, en hombres se entiende, y le explica que él también está allí de visita, pero solo, y que tampoco pasa nada por pasar un rato con tus pensamientos, -“la soledad es un estado interesante, si luego tienes con quién compartirla”-, conversaron unos minutos, Bob no dejó que Paki expresara crítica alguna hacia su novio, y cuándo procedía a abandonar el museo, dijo: -“sabes, a veces, CADA VISITA AL PEOR DE LOS MUSEOS ES MIL VECES MÁS INTERESANTE QUE TODO LO QUE SE PUEDE CONTEMPLAR EN LA ASÍ LLAMADA “REALIDAD” DURANTE UNA LARGA VIDA, esto es de Boris Groys, explícaselo a tu novio y ten la paciencia para visitar las ciudades, es mejor ver menos, que hacer uno de esos viajes relámpagos, en los que cuando vulvas a casa y repasas mentalmente los momentos, hay muchos, pero ninguno que hayas vivido lo suficiente. Paki, por un momento quedó anonadada, pero 3 segundos después, es lo que dura la paciencia de la adolescencia, volvió a pensar en el novio, y en que ella tenía razón, y que él tenía que estar a su entera disposición, ya que ella, 3 años mayor que él, ya lo sabía prácticamente todo de la vida.



Día 5

Hoy toca relax, por la mañana a leer The Herald am, lo traen cada mañana a las 10.00 am con una puntualidad británica, luego nuestro forastero saldrá a comprar la comida, en uno de los muchos to take away que inundan la ciudad, donde conocerá a una chica de Barcelona y a otra Rusa, Tania, que trabajan allí; esta última, como veremos más adelante, marcará en gran medida la estancia de Bob en Dublín. Por la tarde visita improvisada a Croke Park, el estadio donde juegan los equipos de fútbol, fútbol Gaélico, Hurling, locales, y la selección Irlandesa de Rugby. Bob queda impresionado por la fachada del estadio, muy moderno, visita la tienda, pulula por los alrededores, y entra al museo, a la zona gratuita. Al acabar, buscando la salida más cercana, la que está cerca del canal de agua y la vía del tren que pasan por debajo de una de las esquinas del estadio, comprueba que, la entrada directa al campo de césped, por donde entra la máquina que lo corta, está abierta. Bob, que es una persona de decisiones arriesgadas, entra, para su sorpresa se cruza con un par de empleados que no le dicen nada, permanece allí unos minutos impregnándose de la atmósfera Éire, toma unas fotos, y cuando se dispone a marcharse, ve como viene hacia él un señor con camisa azul, empleado del museo, que le recrimina la osadía de entrar, y le indica que si quiere ver el campo por dentro, pague la visita guiada, Bob el descarado se excusa aludiendo que estaba buscando la salida. No pasa nada, al cuarto día ya lo han echado de algún sitio.











Día 6

Sin novedades, hoy es un día Bob, esos en los que cualquier mujer se colgaría de un árbol, la razón, relax total, eso es, levantarse, almorzar, leer, comer, leer, cenar y dormir.

Día 7

Hoy hay planeada la visita a Trinity Collage, la zona universitaria que data del año 1592, el siempre presente Double-Decker (bus doble) nº 10, va a parar justo a la puerta, entrada típica de edificio renacentista, seguida la plaza principal, increíblemente espaciosa, con edificios a ambos laterales, justo seguido, un aún más grande campo de entrenamiento, donde se reúnen profesores, en activo y jubilados para jugar al insoportable Cricket, alumnos que practican running, gente que mira las nubes, etc.
Justo seguido, el campo de Rugby, hay espacio suficiente, además, la zona está considerada zona verde, y es un gran pulmón para la ciudad en la que se respira cerveza. Hay alumnos que se están graduando, vestidos con las togas típicas, etc, serán el futuro de Dublín. En un momento dado, Bob piensa en llamar a Jess, cuándo esta contesta al teléfono, Bob percibe por su tono que no se alegra mucho, pero no le importa, y le propone quedar para rememorar la última noche. Bob ya tiene el día redondo. Por la tarda visita a un parque espectacularmente grande, St. Stephen’s Green, since 1663, mucha zona verde, muchas flores, mucha vegetación variada, etc, para luego ir a Merrion Square, otro parque ajardinado, con estanques, patos, cisnes, vegetación y flores, donde se pueden observar ciertas parejas, no muy escondidas, haciendo cosas que si lo viera la Reina de Inglaterra, ya estarían fuera del país. En una de las entrada al parque, hay un muro dedicado al escritor local, Oscar Wilde, hay quién rumorea que era gay, o quizá se sepa del cierto, una vez dentro, se puede ver una réplica de éste, en forma de estatua, perfectamente coloreada y definida, -“definitivamente, era gay”-, piensa Bob, en una postura de a medio tumbar, encima de una roca de un metro y medio de altura. A unos 5 metros de la estatua, hay una placa conmemorativa con una inscripción de Lucio Annaeus Seneca “A happy life is one which is in accordance with its own nature”-”una vida feliz es una de acuerdo a la naturaleza de uno mismo”, sería la traducción aproximada, en honor a los miembros de la comunidad gay y lesbiana de Ireland. Más estatuas modernas por ahí repartidas, y camino del bar para la cita con Jess. Sorpresa!!!, media hora y una pinta después, Jess, no aparece, Bob llama, Jess no contesta, está enfadada de que Bob no llamara al día siguiente para hablar con ella. Jess no necesitaba un polvo de una noche, tampoco es que se hubiese enamorado perdidamente de Bob, un chico con un corazón híbrido entre Latino-Finlandés, capaz de pasar de un estado Hot, a un estado Ice, a la velocidad de un Ferrari. Solo hubiese bastado una llamada, quizá un mensaje, y Jess no se hubiese sentido tan sucia, tan animalmente sodomizada. Jess se alegró aún así, que dos días después, su “amigo” Frank volviese de las cortas vacaciones que se había ganado. Éste, estaba perdidamente enamorado de Jess, desde el primer día que alquiló el piso, y de eso ya hacía un año, estaba dispuesto a esperar a Jess el tiempo que ella decidiera, más aún después de que en una noche con muchas Guinness, en el Temple Bar con el resto del grupo, y con un bajón moral de Jess, tuvieran un affair, un desliz, del que posteriormente Jess quedaría muy arrepentida. En el otro pub, ante la plantada monumental de Jess, Bob decidió llamar a la camarera, aunque no sin antes dudar si era demasiado precipitado, ya que ella podía pensar que él estaba desesperado, Bob, en estos caso, nunca ha sabido cuanto tiempo esperar para llamar una vez te dan el nº de teléfono, y si realmente hay que esperar. Glen, que casualmente plegaba del trabajo, y el pub le cogía de camino a casa, se alegró de la llamada, y en unos pocos minutos ya se encontraba en una animada conversación con aquel desconocido forastero. Bob intentó tener un affair con ella, los más disimuladamente que pudo, pero Glen se resistió, con 20 años aún era virgen. Pero aceptó quedar para otro día. Bob no quedó convencido, pensó –“uff!! que palo, si es virgen habrá que hacer el amor, en vez de sexo salvaje sin vaselina, y si le gusta, que le gustará, porque no tendrá experiencia para comparar, seguro que se enamora, y se comportará como una entusiasmada adolescente”.


Día 8

Después del desayuno, Bob se dispone, como cada mañana a leer el periódico, la tradición indica que hay que empezar por la zona de deportes; aquí se cubre tanto la Premier League, como La Liga, también el Calcio, la Escocesa, por el Celtic de Glasgow, y algunas más si hay noticias remarcables. También el Gaelic Football, el Hurling la Hípica, por supuesto la F1, y poco más. El diario es corto, ya que es gratuito. Llama la atención la noticia de la posible vuelta de “El Kaiser” , Bob se alegra. –a ver si ahora, con la congojita, aún van a renovar a Massa, y tenemos otro año perdido. Que vuelva Schumacher!!!!-. Sigue leyendo como va el mercado de fichajes, Bob cada día espera con cierta ilusión la que sería la gran noticia del verano: Tiran la casa por la ventana, el Barça cambia a Xabi al Arsenal por Cesc Fabregas, y paga 40 millones de €!!!! Pero un día más no aparece. Luego, camino del cibercafé cercano al Hostel, va a echar un vistazo a la web www.catalansadublín.com , ya que aún no ha conocido a mucha gente, y quiere ampliar fronteras. En la web hay una quedada de un grupo en un pub, The Celt, a las 7 pm. Antes, visita obligada a Carroll’s a comprar unos típicos souvenirs, y va camino del pub. Una vez dentro, pulula tranquilamente por las mesas, a la espera de oír a alguien hablar catalán o castellano, pero no, descubre que el pub tiene como una parte trasera, que es descubierta, donde hay más gente, los fumaos de turno la mayoría, ahora sí, se oye gente hablar en catalán. Bob se presenta, es bien recibido; conoce a una chica de la plane, a una fumá Cumbayá, a una rubia con unas perolas imponentes bien aireadas por un top rojo con escote palabra de honor, a un tal Carlton (problemas) el novio de la rubia, català de socarrel que vota a ERC y que está decepcionado con Joseph Lluis Carod-Rovira, a un Irish, a un informático loco, y a otro con cara de psicópata pero simpático. En el transcurso de la conversación, suena por ahí un apellido que a nuestro personaje le suena, pregunta quién es, y aparece el servidor; entonces Bob cae en la cuenta que había contactado con el para el alquiler de una habitación. Carlton reacciona un poco agresivo, típico carácter catalino que cuando se siente amenazado le entra la por , y replica a Bob que aún lo está esperando. Bob se extraña, ya que nunca acabó fijando tal cita, pero además Carlton le recrimina que le hablase en castellano, Bob se contiene para no dinamitar la alegre tarde, y prosigue con la conversación, intentando poner un poco de humor al asunto, le explica al grupo lo escueto en palabras que resultó ser Carlton, al contestar a un mail, de unas cuantas preguntas, con un solo si. Pero entonces Carlton es cuando saca la vena nacionalista y le recrimina que le escribiera en castellano. Otra vez –piensa Bob-. Y deja la conversación para entablarla con otro. Al dejar el pub una hora y media después y dos pintas vacías, de camino al Hostel, Bob no puede negarse una ligera reflexión sobre el tema. –Joder, otro catalina toca pelotas llorón renegado engañado por ERC. Y no ver que el mensaje que vende ERC es caduco, carente de lógica, y casi políticamente imposible. O sea, yo me cago en la Puta España cuándo creo que lo merece, por todo el por culo que dan, etc. Pero con gente como esta, también me tengo que cagar en mi patria, que se ve, que si no hablas el catalán por activa y por pasiva, eres menos catalán, y entonces el flipao este, Que coño hace en Irlanda hablando Inglés? Como se entere su querido Joan Puigcercós que está en el extranjero sin ayudar a Catalunya ahora que está en crisis, cuando vuelva lo exilia en Dublín otra vez. Gente así hace que el país sea inculto, como dijo hace más de 15 años mi colega “el gusano”, “cuc” para los más colegas, me hace gracia la gente que cree que tiene una visión privilegiada de lo que pasa en el mundo, y no es capaz de ver lo que pasa en su casa. Lamentable. Un pueblo que históricamente fue traicionada por Austria, Francia y Castilla, ahora en el s. XIX, sin ejercito, piensa aún en ser independiente de España, hay que reconocer que quizá sería una buena idea, pero tampoco es seguro, al menos yo tengo unas cuantas dudas de que fuéramos a ir a mejor. Gracias a los acontecimientos ocurridos en nuestra historia, creo que en los más catalanes, más por que sus antepasados eran de aquí, pero no mejores, tienen un carácter de estar siempre quejándose de lo que le hacen, o de lo que le dicen, pero si hay que poner “els ous forts” ya se cagan. Es como con el puto Madrí, los medios de comunicación catalanes, de habla, cuando estamos en plena liga, siempre miran lo que hacen, dicen, etc, ya no para vender más o por la audiencia, es que realmente sienten ese complejo de inferioridad inculcado por los blancos, con un miedo tremendo a que pasaría si… Quina por quina por!!!! Que ve el tauró Florentino i ens vol prendre Messi, Xabi o Iniesta “lo puto crac”. Sinceramente, no lo entiendo-.

Día 9

Al loro!! Propuesta de trabajo en el albergue. Trabajas 20 horas en 5 días a la semana, y esa semana no pagas la estancia. Timo? Compensa? Bob acepta, piensa que un poco de trabajo no vendrá mal si se puede ahorrar una pasta. No es que la ciudad sea cara, en absoluto lo es, pero la pasta tampoco sobra. De echo, hay quién dice que es muy cara ya que han comparado el precio de la cerveza, (hasta 5,50 € la pinta de Guinness en Temple Bar, 4,10 en un pub no céntrico), y oh atraco!! Lo que parece que no han comparado es la cantidad de cerveza que te ponen, casi 600 ml. Con los 300 ml más o menos de Barcelona por ejemplo. Entonces no es tan cara. El alquiler de los pisos esta más o menos al mismo precio, con la diferencia que aquí, por ese precio encuentras casas, y que al ser una ciudad más pequeña, no estarás más lejos de 20 minutos en bus del centro. Hay ropa muy barata en pleno centro, en Barna eso es más difícil de encontrar.
Primer día de curro, coincide Bob en el turno con “Pato” Lucas y Solenne, una chica francesa, que habla un poco de castellano gracias al novio, y la que los va a dirigir, una vasca con muy mala leche, -tal como ella se define-, muy alterada, tal como se la puede ver, que la mayoría de las veces que habla es para decir algún taco, perdiendo toda clase/sofisticación que a hombres como Bob, gusta que tengan las mujeres. Toca limpiar Toilets, Showers, etc. Se suceden los días, más o menos lo mismo, y ninguna novedad más, pero sí mucha limpieza.

Día 10

Camino del cajero, Bob llama a Jess, a ver que hace, esta contesta, y quedan para hacer un café, no sin antes convencerla para tal asunto. En los primeros momentos de la conversación, todo transcurre como si lo de la otra noche no hubiera sucedido, como si fueran dos conocidos explicándose que han hecho los últimos días. Rato después, Jess, como mujer, no puede dejar de mostrar su decepción por el comportamiento de éste, él no entiende qué comportamiento, y ella aún se enfada más, pero no ha llegado al tope. En ese momento entra en la cafetería Tania, la chica Rusa del To take Away, saluda efusivamente a Bob y conversan, Bob le presenta a Jess que, típico en las mujeres sonríen y se muestran encantadas de conocerse, aunque interiormente estén imaginándose se degollarían con las uñas de leona. Finalmente, Tania se sienta en otra mesa, no sin antes agradecer a Jess la oferta de acompañarlos, -no tranquila, que espero a una amiga-. Contesta Tania. Seguidamente, Bob puede observar como Jess monta en cólera, levantando la voz un poco más de lo normal, lo suficiente para que en la mesa cercana, Tania pueda oírla, pero no tanto para el resto. En ese momento es cuando Bob ya no ve claro volver a quedar más con Jess, ya que si por un polvo de una noche, sucede eso, sabiendo que solo permanecerá en la ciudad, un par de meses, no le viene de gusto tener discusiones la mitad de los días.

Día 11

Bob va a realizar un breve paro en su estancia para volver a casa, ya que tenía previsto acudir a un curso de fotografía en Barcelona. Un viaje que parte por la mitad una estancia placentera, pero que por otra parte, si es por un curso acelerado de fotografía, se puede llegar a agradecer. La vuelta puede ser mejor.

Día 23

El vuelo sale a las 22.10, pero esta vez, Bob ha escogido volar con la compañía Irlandesa Aerlingus, que además parte del Aeroport del Prat. Esperando en la puerta de embarque, llega una chica de Barcelona, Bob puede observar como toma asiento cerca, observa el aspecto de Cumbayá de la chica, lleva una mochila tipo excursionista, bambas de running y el pelo a lo afro.
África: Hola, está libre este asiento?
Bob: Sí, si ya puedes sentarte.
África: Uf, menos mal, vengo en tren desde Barna y estoy destrozada. Ay perdón, me llamo África.
Bob: Hola, yo Bob. Ahora veo la relación que hay entre tu pelo y tu nombre.
África: Ja ja!! Es curioso eh? Es que mi madre es de ascendencia café con leche, mi padre blanco, igual que yo, pero por lo visto mi pelo es autónomo.
Bob: Jua ja!! En eso se parece a mí.
África: Que estás solo?
Bob: Sí, los autónomos siempre viajan solos no?
África: Ja ja!! No te voy a preguntar dónde vas, porque es obvio, pero si te puedo preguntar que vas a hacer?
Bob: Si pregunta, pregunta, luego ya veré si contesto…
África: Ji Ji Ja!!
Bob: es como con la poli, cuándo te paran con el coche y te dicen: Esto es un control rutinario de alcoholemia, de drogas, de inspección, está usted de acuerdo en colaborar? Y a mi siempre se me pasa por la cabeza contestar NO!! Pero da igual, te lo van a hacer igual.
África: Ja ja ja!! Sí es verdad, en el último que me hicieron, era para verificar el estado de mi coche, que tiene 20 años, y con que lo vieron tan destartalado, me pidieron la ficha del coche, de la ITV, y miraron las ruedas y las luces.
Bob: Síiiiii, a mi la última vez, el control fue de drogas, y no te lo pierdas, la picola fue, no los mossos.
África: Si, ah no sabía que aún ejercían
Bob: Yo tampoco, pero lo primero que pensé fue: primero, un control de drogas a mí, llegáis 11 años tarde; segundo, las drogas están de donde vengo, no en mi coche. Que lleváis toda la vida en las carreteras y parecéis nuevos!!
África: Ah si, que venias de fiesta?
Bob: Queba, del Barcelona Extreme Festival, en el Port del Forum.
África Y eso qué es?
Bob: El qué, el Barna Extreme Festival, o el Port del Forum?
África: Ji ja ji ja!! No tio, el Forum ya se lo que es!!
Bob: Ah, vale, pues un competición de deportes extremos, skate, roller, BMX, MX Freestyle, etc.
África: Ah que guay, Y por qué dices que las drogas estaban allí, que los participantes se chutan como los ciclistas?
Bob: Si del paraguay!! No, por el público, hemos llegado a un extremo que la gente que va a ver algo no puede ir sin los putos porros, ya es como una maldita plaga de Amigos de la María!!. Antes dudaba de si a la gente que va a esos sitios, o a los rallys, o a Montmeló, van porque les mola y están tan enganchaos que no lo pueden evitar; pero ahora creo que ni siquiera les interesa lo que van a ver, es simplemente una excusa para distraerse mientras se ponen hasta el culo de fumar. MALDITOS FUMAOS!!. Por cierto, eres muy aguda tu, los ciclistas ya son tus enemigos también.
África: Ya ves, es que salí con un chico que le gustaba el ciclismo, y cada Domingo salía, y entre semana veía todas las carreras y eso… uf que pesao! Y para pincharlo le decía que todos se metían de todo; y pillaba unos rebotes!!
Bob: Oh si molt bé, pero no me interesan tus ex-novios!! Tienes alguna otra cosa para contarme que no sea criticar a tus ex, o a tus actuales?
África: Qué borde tio!!
Bob: No, es que las tias no tenéis sentido del humor!
África: Ya empezamos, y tu qué, no tienes otra conversación que no sean los tópicos!!
Bob: Si paki, si quieres podemos hablar sobre tu opinión a cerca de las reflexiones de Séneca, Descartes, Plaute; o del cambio climático, que ahora está de moda; sobre la última obra de teatro que fui a ver; sobre sexo…
África: Jo tío, tienes salidas para todo?
Bob: Si, me llaman el autopista!!
Ji ji ja ja!!
Bob: Ah, o sobre como somos tan chulos de viajar en plena crisis económica, otro tema de moda.
África: Sí tienes razón.
Bob: Claro, es que otro de mis nicknames es el Zanussi.
África: El Zanussi?, ese no lo pillo!
Bob: Si paki, por que al final casi siempre tengo razón, siempre no, que sino sería una mujer, o Johan Cruyff. No te acuerdas del anuncio, que salían creo unas lavadoras, y el slogan decía: Zanussi, el tiempo nos da la razón. Y al final se iluminaba el SI de la marca.
África: Si claro, como no!! Pues no me suena, es que tampoco veo mucho la tele.
Bob: No ya, y además no había caído que es muy viejo, y tu no debes tener más de 23 años…
África: Uala!! Los has clavado…
Bob: Zanussi Zanussi.
África: Ji ji ja ji!!
Bob: Ah! O ahora que ya tenemos un poco más de confianza. Te puedo preguntar por qué vistes como una kumbayá?
África: Ala tio como te pasas, que no te gusta mi ropa?
Bob: No. Y si además tienes los mismos pensamientos que las que visten así, apaga y vámonos. Aunque intuyo que no.
África: A que pensamientos te refieres?
Bob: A los de: Jo tia, quin fàstic de sistema! Si deixèsin governar a les tias el mon aniría millor. Si tia, es que els tius son tan machistas! Ya veus tia. Ah, en va enviar un sms Ruben que avans d’anar al concert, passem pel local per fer uns petas, que ha pillat maría. Siiii, que guay tia, y después ens posem fins al cul de calimotxo y ens quedem per allà tirades. Si si tia, y yo si tinc ganes m’enrrollo amb el Quim.
África: Ala como te pasas.
Bob: No paki, que los antisistema ya se sabe…
África: Yo no, yo antes iba superpija, me gastaba una pasta en ropa!! Pero después de dos años en la Uni, currando poco, y cobrando menos, cada vez gasto menos.
Bob: Si ya lo veo. Pero y no echas de menos esa excitación de las rebajas, de poner patas arriba una tienda y no comprar nada!
África: Ya ves, no pero cuando salgo y eso, rebusco en el armario y me pongo ropa más chula, no te creas eh, que yo tengo gusto para vestir.
Bob: Se me hace difícil verlo. No pero, las tias, normalmente tenéis gusto, hay quien se deja aconsejar y todo por las tias, conozco a más de uno que va de compras con tias para que lo aconsejen. Yo soy de la opinión, que lo que me gusta, me lo pillo, no me miro mucho si me queda bien o no. Ahora, cuando he estado con alguna paki saliendo y tal, si me he tenido que comprar algo, más o menos me dejaba aconsejar.
África: Claro tio.
Bob: No más que nada para que se sienta realizada, así para la noche esta más suave.
África: Qué asqueroso, es que siempre vais a los mismo.
Bob: Que se le va a hacer. Hay tias que tienen orgasmos yendo de compras. Nosotros, el orgasmo nos lo provoca, quitar esa ropa. A veces es un estorbo como los preliminares.
África: Va calla calla! que siempre estáis igual. Bueno que vas a hacer a Dublín?
Bob: Nada, vacaciones que me las merezco; ah! Tú no sabes que acabas de conocer al único hombre capaz de hacer dos cosas a la vez. Un módulo formativo por la mañana, y el curso de la prueba de acceso a un Grado Superior por la tarde? Y aprobando eh!!. Y digo hombre porque hice la mili, no como los niños de tu quinta, que ya no llegaran a hombres nunca.
África: Si ya, ji ji, hay de cada crío por ahí. Eh pues está muy bien. Y ahora vas hacer el Superior o que?
Bob: Si, de administración de sistemas informáticos. Y tu que haces en la Universidad?
África: Psicología, es chungo, pero creo que me lo sacaré.
Bob: Es toda una declaración de intenciones que una tia quiera estudiar Psicología o Filosofía.
África: Por qué?
Bob: Joder, si ni siquiera sabéis solucionaros vuestros “problemas” y pretendéis ayudar a los pacientes!! Y la otra, no sabéis pensar, y queréis filosofar? Es una broma o qué? Es como lo de gobernar y tal, no sabéis ni conducir y queréis llevar al mundo.
África: Pero que mala leche, no me extraña que no tengas novia.
Bob: Yo no te he dicho que no tenga.
África: Ah tienes? Me extraña; y como es que vas solo?
Bob: No concibes la posibilidad que ella este en Dublín? O que sea una importante ejecutiva que viaja mucho y me voy a Dublín a reunirme con ella, porque esta de viaje de negocios, etc. O que le halla pegado una patada por pesada y manipuladora, y ahora me vaya a Dublín “porque necesito mi espacio, tengo que encontrarme a mí mismo, necesito estar un tiempo solo”.
África: Si ya. Pero tienes novia o no?
Bob: Joder, no te ha convencido ninguna de las posibilidades?
África: No, es que las tias somos muy desconfiadas.

La conversación prosiguió con el mismo nivel intelectual camino del embarque. Al entrar al avión, Bob no puede evitar no fijarse en la azafata que le da la bienvenida pidiéndole el billete. Un nombre extraño para nosotros, al ser Gaélico, aunque Bob no consigue leer el nombre, ya que la prominente delantera de la chica le despista, una sonrisa por parte de la azafata, correspondida por nuestro pasajero, que indica a Bob dónde esta su asiento. Intercambian unas breves palabras, y Bob se dirige a su asiento, no sin antes oír la réplica por parte de África, que le comenta que se le han visto las “crueles intenciones”. Bob no disimula, y le comenta que con ese traje tan ajustado, como para no fijarse; ahora los caminos de los dos tertulianos se bifurcan, no han coincidido en el asiento, ya que Bob, al reservar el billete escogió su asiento de ventana, para poder admirar desde las alturas la -ciutat Com cal- que dijo un antiguo alcalde, y las impresionantes vistas de la bahía de Dublín al llegar, en la oscuridad de la noche, solo perturbada por la luz luna llena y las luces terrestres. Dos horas y media separan la capital Catalana de la Irlandesa, y en ese tiempo, Bob y la azafata ya están encerrados en el lavabo, quitándose la ropa rápidamente, para iniciar una breve sesión de sexo entre las nubes. Los dos, solo con la mirada ya se habían entendido, una mirada por parte de él buscando la localización de ella, y otra de ésta, a través de unos impresionantes ojos azules –She’s got eyes of the bluest skies, as if they tought of rain, I hate to look into those eyes and see an ounce of pain, her hair reminds me of a warm safe place where as a child I’d hide, and pray for the thunder and the rain, to quietly pass me by, oohh uoohh sweet chield o’mine...- (que decía la canción de Guns ‘n’ Roses), que pocas palabras bastaban, ambos ya sabían lo que querían el uno del otro. Luego Bob, se levantó, se dirigió hacia ella mirándola a los ojos, desnudándola con la mirada, intensa pero seductora, una mezcla de lujuria y admiración, era una de esas miradas, esas que ellas siempre esperan, que las seducen de tal manera que llegan a mojar el tanga, y las elevan a una fantasías solo posibles desde una mente femenina; dejó el carrito de los tentempiés a un lado, y le indicó a Bob el camino hacia el placer. Solo hubo tiempo para un par de posturas, una de ellas, bien buscada por Bob, que podía admirar la espectacular figura de unas nalgas trabajadas lo justo en el gimnasio, que el elegante uniforme solo dejaban insinuar. Ocho minutos, que los dos pasaron como si hubieran sido cuarenta, pero que ya nunca olvidarían. Esa experiencia, ella sabía que no la iba a volver a repetir, ya que era una fantasía que le alborotaba la cabeza desde el primer día de trabajo en las alturas. Le afectó la presión, el estrés, la emoción? Indudablemente no, tenía 28 años, y estaba casada desde hacía siete con un alto ejecutivo del banco AIG, tenía todas las posesiones materiales que siempre había deseado, ropa de diseño, como los muebles de la casa, de arquitectura modernista, rodeada de jardín y piscina, su aburrido marido le regalaba joyas y viajes a paraísos exóticos. Pero a ella le faltaba lo más importante, la pasión, tenía amor por parte de él, que ella correspondía también, pero no había pasión, a ella no le temblaban las piernas cuando el la tocaba, cuando le besaba el cuello, cuando la acariciaba. A los 19 años, él, cinco mayor que ella, supo exactamente como conquistarla, y ella al ver aquella manera tan romántica, no dudó ni por un momento. Sabía que podía tener una vida acomodada, y que el resto, indudablemente llegaría con el tiempo; unos años de novios, boda en un castillo, viaje de novios atravesando el planeta, unas semanas de crucero, y empezó la tediosa vida matrimonial. Él trabajando mañana y tarde, ella viajando con la tripulación de Aerlingus de una ciudad a otra. Lo tenía todo, y no tenía nada. A estas alturas, aún se preguntaba que le pasaba por la cabeza a su marido, como con un físico privilegiado que además gastaba una dineral en cuidar, con el que cualquier hombre llevaría a cabo sus más calientes y pervertidas fantasías, su marido, casi ni la miraba. Los vestidos que le regalaba parecían hechos a medida, una cara de modelo de portada, además de culta e inteligente, pero fallaba algo. Quizá era la tendencia sexual de él por ella desconocida e inimaginable, en su juventud empezó a darse cuenta que le gustaba la carne y el bacalao, pero después de casarse, y de tener que cuidar las formas ante su entorno, aún se le perturbó más su materia gris, ahora en negro, por el affair con un transexual, que conoció un día en una discoteca en Londres, una cena de negocios que acabó en una larga noche de fiesta. Aquella noche, con unas copas de más, y ya en la discoteca, se empezó a distanciar de sus camaradas para acercarse más a la que el creyó que era una chica, que le despertaba algo por dentro, estaba tan bien retocada por las manos del cirujano, que hasta que no estaban desnudos en el yacuzzi del hotel, no supo que no era lo que parecía. Pero lejos de parar el asunto, se metió de lleno, al día siguiente tenía una extraña sensación de satisfacción y arrepentimiento; por una parte había disfrutado, pero por otra, era desconocida, no era un tio, como ya había experimentado, tampoco una tia, pero se encendió tanto que le dio igual probar otra tendencia. Una semana después, volvió a llamar a Thays, él aquella noche no supo que ella cobraba por sexo, pero lo supo cuándo hablaron por teléfono y quiso volver a verla. 600 Libras por hora era el precio, otro reto más a probar, sexo previo pago, que para él era pecata minuta. Además, una vez ya en el piso de la profesional, quiso probar la sodomización, que no le era desconocida, pero sí en esas circunstancias.
Ella no le fue nunca infiel, hasta ese día, ella sabía, que si no era de alguna manera especial, esa infidelidad no se hubiese llevado a cabo. Pero como mujer, desde hacía tiempo intuía algo, un comportamiento diferente en su marido, ya no respecto a ella, sino respecto a la visión de las cosas cotidianas por parte de éste. En un principio, no quiso creer que le podía ser infiel con otra, ni mucho menos con otro, ella empezó a percibir esa falta de llama, de dedicación, de compromiso. De momento no pensaba separarse, mucho menos cuando él se hacía cargo de casi todos los gastos, por qué renunciar a ello, si era infidelidad, ella también podía serlo, y mantener el matrimonio para las ocasiones especiales, para reuniones con la jet set, comidas familiares, de trabajo, etc. Poco después, empezó a dudar de si realmente podría con eso, quizá sería mejor dejarlo ahí para empezar de nuevo. Esta vez, dando importancia a lo que realmente la merece, si encontraba al hombre adecuado, sería posible, y con un físico así y una inteligencia privilegiada, sería un breve período de tiempo. No sería con el pasajero del asiento nº 69, no reunía un mínimo de garantías económicas, la única posibilidad de que ella hubiese pensado en él, ya que sexualmente fue perfecto, era que el asiento fuera de first class. Cuando llegó el Saint Patricks day, un día más para ambos, la única novedad es que no trabajaban, y por la noche tenían previsto acudir a una cena de gala, la azafata escoge para esa noche uno de los vestidos que su marido le había regalado ya hacía tiempo, que ella se encargó de cambiar por otro, ya que el color no le gustaba, el vestido era de cóctel, negro con cinturón blanco, ajustado lo suficiente para insinuar la esbelta figura, sin tirantes, si escote, pero con la espalda descubierta, y cortado justo por las rodillas, firma Carolina Herrera, zapatos color blanco, con suela y tacón negros, cabello recogido por su peluquero habitual y bolso a juego de Loui Vuitton. Él, traje oscuro y gomina en la cabeza. En el viaje de 30 minutos en el flamante Aston Martin DB 9, apenas una ligera de conversación para matar el tiempo. Entrada triunfal a la cena por parte de ella, recibiendo halagos por su buen gusto, por como de bien se conservaba, de lo bonito del recogido capilar, etc. A esa cena, acudió Meter, un famoso abogado del país del trébol, por su brillante carrera en la abogacía, había ganado numerosos casos de los que se había hecho eco la prensa, por su trascendencia, además tenía una conocida en común con la azafata, que rápidamente se encargó de presentarlos. Ella en un principio mantuvo las formas, manteniéndose educada y con u mínimo de interés en el atractivo abogado, una brevísima conversación, para acto seguido ir hacia la mesa con su marido. Ella, ya tenía claro antes de probar el vino Italiano cosechado en la Toscaza, que los papeles del divorcio estaban en marcha, no obstante se los iba a encargar a su bufete, encargándose de ello su amiga anfitriona, que ya sabía que a su futuro marido le sobraba algo de dinero cada año para la beneficencia.

Día 28

Después de llevar instalado en el albergue, los primeros días Bob, se dedica a buscar piso para alojarse. Tiene 3 para ver, en el primero le dan plantón, el segundo no contesta al teléfono, y finalmente en el tercero, puede ir a verlo esa misma noche. Un piso a quince minutos del centro, habitado por cuatro chicas, lo reciben con amplias sonrisas, mantienen una animada conversación sobre lo que hace por allí, y le informan de que hace tiempo andan buscando alguien para ocupar una habitación. Todos se caen muy bien, y la anfitriona se despide de Bob, informándole de que mañana sin falta, después de consultarlo con el resto le diría algo, dándole ciertas esperanzas. Nuestro visitante regresa al Hostel con el convencimiento de que ya ha encontrado alojamiento, y se acuerda de la frase de despedida de una de las chicas, una alemana: nice to meet you, and I hope see you again!! . Al día siguiente, por la tarde, paseo por Temple, pinta en Temple Bar, y mensaje de la chica del piso de ayer, que le da la desagradable noticia, que de un día para otro, ha encontrado una amiga a quien alquilarle la habitación, Bob se queda un poco indiferente, ya que por una parte, veía en la simpatía mostrada por las chicas, que era falsa, era sobreactuada, cosa típica de las mujeres por otra parte. Saliendo del pub para en la tienda que hay justo al lado, las Guinness store, a comprar una chocolatina, siempre viene bien para alegrar la mente, y el estomago. Pregunta cuánto cuesta, y la dependienta, Waite, le pregunta de dónde es, en castellano. Es en ella donde va a encontrar una habitación para alquilar.

Día 30

Bob ha descansado esa mañana, en el hall del albergue conversaba con Aneliss, una de las recepcionistas, australiana, muy guapa, aunque con una belleza disimulada, y con Guillaume, el artista de guitarra que tiene a María Cristina, de Madrid, totalmente enamorada, y ella a él. En un momento dado, aparece Giuliano Belletti, un chico brasileño, que esta totalmente enamorado de Aneliss, aunque ella le corresponde a su manera, ya que esta disgustada por el poco tiempo que pasan juntos, y el mucho que pasa ella sola. Tiene una relación cordial con el resto del staff, pero no de salir por ahí todos juntos. Giuliano hace todo lo posible para que se encuentre a gusto en el ambiente, ya que también encuentra a faltar a su entorno de Melbourne, pero sin mucho éxito. Giuliano le propone a Bob volver a trabajar en el Hostel, pero éste declina la oferta, ya que no quiere pasarse el resto de días limpiando, prefiere dedicar su tiempo a otros menesteres. Esa misma mañana, recibe un sms de Waite, avisándole de pase por el piso a las 7.30 pm, que ya se podrá instalar. A Bob le alegra el día, ya que ayer ya visitó el piso, habitado además por John, un Irlandes, y los “protagonistas” del antiguo film “tu a Boston y yo a California”, o sea Shane “Battier”, y Eric “Spoelstra”, que es de San Francisco concretamente Una vez instalado en la habitación que deja Waite, las primeras conversaciones son cordiales, justo para conocerse todos, y despedirse de la ya ex-inquilina, que se dispone a mudarse a otro piso, más amplio, para pasar una aún más larga temporada de la que ya lleva, llegó en Febrero, y ya le apetecía un cambio de aires.




Día 33

Hoy es día de carreras en Dublín, y como no podía ser de otra manera, nuestro forastero ha reservado el día únicamente para acudir al espectáculo. Es el 70 aniversario de la Phoenix Park Race, una carrera automovilística que se celebra anualmente en el parque natural más grande de Europa, unos 21 km de largo por 6 de ancho, que contiene en su interior una autovía nacional, un Zoo, la Embajada Estadounidense, y varias vías asfaltadas por donde competirán los vehículos. Bob se dirige a un piso donde alquilan bicis, paga 15€ para disponer de ella todo el día, y armado con la cámara réflex y un bocadillo de atún, se dirige al acontecimiento. Varias modalidades de vehículos se dan cita. Primero vehículos históricos, donde destaca el imponente y espectacular Ford RS 200 del Mundial de Rallys del año ‘85-’86, una máquina de 470 cv, tracción total y motor trasero, sendos Ford Munstang del ’69, uno rojo y otro negro, y un AC Cobra como los más destacados. Luego los Formula Fiat, seguidos de la Fiat Punto/Uno rally race. Y a continuación los Formulas de Phoenix Park Grand Prix. Un día entero de carreras, retratando máquinas de correr a lo largo del circuito, para luego volver al piso recién alquilado a pasar las fotos al laptop y descansar. Los americanos están pululando por el piso, en una de sus conversaciones clásicas sobre lo que sucede en los United Status, preguntan a Bob cómo han ido las carreras, contesta que muy bien, y no puede evitar gastarle una pequeña broma a Eric, recordando un trozo de dialogo de la película Days of Thunder, en la que el jefe del equipo le dice a Harry (Robert Duvall) el constructor-mecánico, que su piloto, Cole Trickle (Tom Cruise) es de Glendale, California. Harry pregunta: He’s a Yankee?. Y el boss le contesta: It’s not exactly, if you’re from California you’re not a Yankee, you’re not in really anything. Y Harry le replica: You said it. (-Nota del caminante: si eres de California, no eres Yankee, en realidad no eras nada. Harry: Tú lo has dicho!!-). Los tres se ríen, por la broma, y por que les sorprende que Bob recuerde eso de una película tan antigua, Bob les comenta que es la película que ha visto más veces, en la primera etapa, por la emoción de la juventud, y en la segunda, por el tema del Ingles.
Día 35

Van sucediendo los días sin novedades aparentes, una cita con Glen, sería la última ya que no habría sexo, y Bob no volvería a quedar. Le fastidiaba tanta decisión para darle su número de teléfono, y tan poca para el sexo, Glen empezaba a sentir algo por Bob, sabiendo que en poco tiempo volvería a su país, que no iba a tener continuidad, una visita a la tienda to take away para conversar con Tania, cortas conversaciones con los yankees, ya que Bob le cuesta seguir la velocidad, interviniendo de vez en cuando; y a parte de discernir qué comprar para comer, y las lecturas matutinas del Herald Am y The Guardian Sports virtuales, pocas cosas más.

Día 36

Son las 9.33 de la mañana, Bob está teniendo un extraño despertar, nota un cosquilleo por la cara y el cuello, se despierta de golpe creyendo que era un sueño, pero mirando al techo de la habitación se da cuenta que nos es la suya, y oye un good morning, gira la cabeza y puede contemplar el bonito rostro de Tania, la dependienta del to Take Hawai, que sorpresa!!!!!! la saluda con un beso, y poco a poco va recordando el por qué está allí. El día antes por la mañana, después de desayunar y leer el The Guardian, Bob se dirigió hacia una peluquería, de nombre Florinda, que en las dos primeras semanas había visto camino de encontrar una farmacia y un cajero automático cercano al Hostel. El por qué de ir a dicha peluquería no era por casualidad, ya que Bob el día que pasó, vio en la puerta a una chica que le llamó la atención, por el físico privilegiado que lucía en la entrada, mientras fumaba un cigarro. La saludó y se paró a preguntarle educadamente si había un cajero cerca de allí, la chica le dijo que si, y le indicó el camino, estaba cerca, a unos 100 metros doblando la esquina, justo al lado de la biblioteca de Dublín 4. Hoy, Bob iba a cortarse el pelo y a observar mejor a la desconocida. La primera vez que la vio, obviamente sin conocerla, hizo un scanner visual, la aprobó sobradamente con nota alta, pero de golpe cuando vio que fumaba, se le bajo de golpe la libido. A Bob no le gustas las chicas que fuman, es una falta grave, tiene la extraña sensación de que cómo teniendo un exterior tan bien construido y conservado, el interior está vacío y podrido. En el pasado había tenido más de una relación con chicas que fumaban, que nunca habían llegado demasiado lejos, de hecho, no había llegado demasiado lejos ninguna relación. Para Bob el tema del tabaco es un tema muy delicado, tiene conocimiento de causa como ex-fumador, y sabe lo que perjudica, y lo que puede llegar a perjudicar, por esa razón aún aprueba menos ese vicio. De acuerdo que no es seguro que quién fuma obligatoriamente desarrolle algún tipo de cáncer o alguna otra enfermedad, pero el riesgo es elevado, si a todo eso se sumas lo incómodo de convivir con fumadoras, a saber, mal aliento, mal olor general aunque se disimule con perfumes de marca, mal olor en la ropa, etc. De todas formas Bob, sabía que no iba a tener una relación sentimental con la peluquera, como mucho una relación sexual, y con ese físico había que hacer la vista gorda. Cuando llegó a la peluquería, había un chico sentado en las sillas, y de golpe apareció la chica, se acordó de Bob, y después de preguntarle que tal estaba le invitó a que se acomodara para comenzar la sesión, Bob le preguntó extraño si no iba aquel chico primero, pero la chica respondió que no, que era su novio que estaba allí pasando el rato. En ese momento Bob se desmoralizó completamente, no había posibilidades de nada, pero se recompuso rápido, pensando: claro tronco, como va a estar soltera este pivón espectacular!! Me lo imaginaba, pero joder, tenía que estar aquí de cuerpo presente? Me podía haber dejado un poco de margen e ilusión, ahora ya no tengo muchas ganas de hablar y contestar a las típicas preguntas de qué haces aquí, te gusta la ciudad, cuando viniste, cuándo te vas, etc.
El novio era alto, con físico trabajado en largas sesiones de gimnasio, pelo rubio bien arreglado, pero no parecía de Dublín, de hecho ella tampoco; él era el típico novio de las chicas como esas, Bob dista mucho de ese modelo de chicos. La peluquera la preguntó como quería el corte, Bob se explicó, y esta prosiguió con su trabajo. El novio se levantó y se fue despidiéndose de la guapa peluquera. Oyendo la conversación, Bob dedujo que procedía del este, pero no estaba seguro, hasta que la respuesta que le dio la chica a su pregunta, confirmó la suposición, Rumania. Después de conversar unos minutos los dos únicos integrantes de la sala, Bob se animó, ya que la chica era simpática y agradable, tal y como le gustan, y mientras duró el rápido corte de pelo, pudieron disfrutar de una conversación entretenida. Florina de nombre, como la peluquería, hacía 13 años que estaba en Dublín, al poco tiempo de llegar, con dinero por lo visto, pudo hacerse con el local para desempeñar su profesión. Antes de eso, había vivido unos meses en Austria, y conocía Barcelona por unos días de vacaciones de los que pudo disfrutar hace un par de años. Después de una ligera reflexión por parte de Bob sobre la cada vez más espectacular y sensual chica conforme la iba observando, pensó lo mismo que se le viene a la cabeza con chicas como esa, que fuman: no lo entiendo…No es para hacerse una idea de cómo es en realidad una conversación de apenas 20 minutos, pero la verdad es que promete. Por qué fumar? Luego hay muchas fumadoras, que mucho chupar el cigarro y tal, pero no tienen chocho de hacer una mamada, ya no hablemos del sexo anal. Es un crimen!! Joder, ahora me viene a la cabeza aquella otra peluquera que me tuvo loco un largo tiempo, con más belleza que esta, tanta belleza y tan poco cerebro. Nunca sabré cómo hubiese ido una posible relación sentimental con aquella espectacular rubia de ojos azules y desbordante simpatía. No se si mi intolerancia al tabaco y las tajadas del fin de semana podrían haber dinamitado dicha relación. O quizá hubiera tragado con todo, ya que estar a su lado era realmente especial, de las pocas veces que he experimentado esa sensación, sin duda con ella era de lejos la que más sentimientos me despertaba. Eso que dicen que el físico no importa, no se, aquella lo tenia todo, ahora la duda que me cabe es, si al físico y a la personalidad, le sumas inteligencia… O quizá ya es pedir demasiado, o quizá la personalidad la se basa en el nivel intelectual?. O es la inteligencia quién construye la personalidad? De golpe se corta la reflexión por una entrada inesperada a la peluquería, era Tania, que iba a lo mismo, vivía cerca de allí también, y siempre iba allí, además había desarrollado una bonita amistad con la dueña, sorprendida de ver a Bob allí, rápidamente se acomodó y prosiguieron como si de un trío de película porno de fantasía se tratase, pero en esta caso y para decepción de Bob, solo era un trío de conversación. Allí las dos chicas, pusieron rápidamente a Bob al día de algunos de sus temas, invitaron a Bob, para que esa noche asistiera a una pequeña fiesta en el piso de Florina y su novio, con algunos otros amigos de Dublín. Bob agradeció la invitación pero se excusó exponiendo que ya se había comprometido a ir a un pub con unos amigos del intercambio lingüístico al que acudía cada miércoles. De hecho él quería ir, quizá en otra época de menos experiencia hubiera dicho que si sin pensarlo, pero por eso mismo, porque ahora pensaba, declinó la invitación. Para qué ir a una fiesta donde las dos chica más interesante ya tenían pareja, una presente y la otra casada con un policía de Rusia, que no estaba allí, pero como si lo estuviera. Por otra parte a Bob también le asaltó la duda de que quizá a la fiesta iba a ir alguna otra chica interesante, pero pensó, bueno habrá más días. Después de poco rato, Bob se despidió de la agradable compañía y se fue al piso a comer. Por la tarde Bob fue a hacer algunas compras y a dar una vuelta, a despejarse de la confusión y la frustración de la situación de la mañana. Por una parte, la Rumana, para sexo del salvaje era lo mejor que había visto en la “ciudad mojada” , y Tania, era la clásica chica de la que Bob se puede enamorar tranquilamente, por físico y simpatía, no era de una belleza de esas que dejan con la boca abierta, pero era guapa, y muy simpática, no la conocía mucho, pero una chica así, en las cercanías de la capital del Bages, se postula rápido como una futura y estable relación sentimental a largo plazo, en aquella ciudad, no, pero seguro hacía la estancia mucho más cómoda. Camino del piso, a la hora de la merienda, cruzando una de las calles comerciales de la ciudad, Graffton street, Bob oyó su nombre, alguien lo llamaba, la voz le parecía conocida, se giró y vio como Tania venía corriendo hacia él:
Tania: Hola otra vez, que haces por aquí? Que sorpresa, no es habitual que nos veamos dos veces en un día, y menos fuera de la tienda!!
Bob: Ya ves, que me sigues o qué?
Tania: Ja ja, no he venido a comprarme algo de ropa.
Bob: Ah si, vaya que desilusión
Tania: Ja ja ja!!
Bob: No era broma eh! Que es para la fiesta de esta noche?
Tania: No no, es que me hacía falta, y el otro día pasé por aquí y estuve en la tienda, pero no me decidí, y al final ha venido hoy.
Bob: Si claro, eso es típico de las tias, hacer las cosas dos o tres veces, cuando se pueden hacer a la primera. Igual que hacer cosas sin sentido!
Tania: Si, pues anda que vosotros, en mi país, también igual que aquí, solo sabéis ir al bar, fuera de la ruta del bar y de las tiendas de comida preparada, os parecen las tinieblas!
Bob: Bueno, yo en mi defensa tengo que decirte, que no iría nunca a tu tienda si no trabajaras allí, la mayoría de la comida no me gusta, pero compensa la conversación.
Tania: Ah si, no me digas! Pues no se si darte las gracias o no. Nuestra comida es buena.
Bob: Si claro, pero aún hay más, te apuestas algo a que la mayoría de los tios, por no decir todos los que van allí, el día que tu no estas, no entran?
Tania: Anda, ya será menos.
Bob: No no, te lo digo yo como tio, mira ahora mismo, pon que en esas dos tiendas vendan la misma ropa, en una tienda hay una dependienta fea, y en la otra una guapa, no tengas ninguna duda que nosotros entramos a ver a la chica guapa.
Tania: Es que sois unos salidos!
Bob: Ya está, no entendéis absolutamente nada, una cosa es quedarse allí babeando y tirándole los trastos a la dependienta, y otra, comprar lo que te hace falta apreciando la belleza. Por qué tenéis tan mal visto que apreciemos la belleza de las tias, nos tildáis de salidos, pero por esa misma regla de tres, las tias que vayan a ver al David de Michelangelo, qué? También son unas salidas?
Tania: Pero no compares…
Bob: No claro, una es una obra de arte, y las otras de carne y hueso, pero dónde está la diferencia. Cuando vemos a las supermodelos, cantantes o actrices por la tele, no gusta mirarlas, aunque tengamos pensamientos impuros, y cuando la misma belleza la ves en la vida cotidiana, pues también gusta mirarla y apreciarla. El problema es quizá, cómo miramos?
Tania: Claro, claro, es que se os salen los ojos.
Bob: Espera que me has cortado, cómo miramos? O cómo os pensáis que miramos, quizá vuestra apreciación es errónea. Vosotras cuando os compráis ropa ajustada, minifaldas, o escotes palabra de honor, lo que no podéis pretender es que no miremos, es más, si un día se diera el caso de ir por la calle, y no mirar a las chicas guapas lo bien que le queda la ropa que llevan, esa noche habrían suicidios colectivos.
Tania: Si ya, no me lo creo.
Bob: En serio tia, como puedes dudar de mi, un forastero solo en la ciudad, no pretendo meterme en líos; ah y otra cosa, nunca reconocéis un error propio, ahora los de los demás…
Tania: Uala, que mala leche, que te ha sentado mal la comida?
Bob: Si y era la de tu tienda, así que haber si me habéis querido envenenar! Además has empezado tu.
Tania: Lo que pasa es que tenéis envidia porque nosotras usamos la intuición femenina.
Bob: Si, otra mentira que os han vendido, la intuición no tiene sexo, y la vuestra no es mejor ni peor que la nuestra, es la misma, pero mal interpretada. Es igual que cuando queréis decir no, lo camufláis con un si, por no quedar mal, o por solidaridad, que no es mala idea, pero luego no deis la bara! Bueno es igual, va invítame a un café en el Starbucks ese, haber si lo hacen igual de bien que en Barcelona.
Tania: Que cara no! Y por qué no me invitas tú?
Bob: No, yo soy un caballero, las mujeres primero
Tania: Ja ja ja! Bueno va, porque tienes sentido del humor que si no…
Después de un rato de conversación, Bob preguntó a Tania a que hora era la fiesta, ésta le contestó que a las 9.00 pm, aún tenía tiempo, y le preguntó a Bob si había cambiado de opinión; Éste contestó que no, que solo se interesaba, de paso disimuladamente indagó sobre quién más iba a ir a la fiesta, alguna chica guapa soltera etc. Tania le indicó los pocos que iban a ser, y que eran cuatro parejas, dos chicos solteros y ella. Bob se alegró de haber rechazado la invitación. Los dos, acordaron ir a cenar algo al piso de Tania, y luego cada uno tomaría su camino. Una vez allí, durante la cena, Tania volvió a insistir en que fuera que se lo pasaría bien, pero él no cedió: -Si, seguro que me lo paso que te cagas, todo de parejas y los dos buitres que estarán revoloteando cerca de ti toda la noche a ver si pillan algo-.
Ella le contestó que de hecho, ella tampoco quería ir, y que le insistía para que la acompañara, así no iría sola y no tendría que aguantar a los borrachos. Continuaron la conversación mientras terminaban la cena, y Tania le preguntó a Bob si se podía esperar un momento, a que se vistiera, y así podían ir un trozo del camino juntos. Bob le dijo que si, pero que no tardara una hora, que si no llegaría tarde. No tardó una hora pero si cuarenta minutos, pero cuando Bob la vio salir de la habitación, se alegró de que la espera mereciera la pena. La verdad es que estaba realmente espectacular, Bob se lo dijo, añadiendo, la mirada con la que él la miraba no era lasciva, pero que estaba realmente guapa, de hecho ya se lo imaginaba, pero al verla con otra ropa a parte del uniforme del trabajo, la cosa cambiaba. Ella se lo agradeció, pero demoraba la salida del piso, realmente ella no quería ir a la fiesta, le comentó a Bob dicho tema muy disimuladamente, y Bob pensó, en proponerle que se quedaran en el piso un rato, aunque no tenía del todo claro para qué, casada, aunque el marido no estuviera allí, iba a estar allí sin que pasara nada, para perder el tiempo, y volverse loco ante la complicada situación. Pero aún así, se lo dijo, y ella aceptó. La situación real, que Bob desconocía, era que ella se vino a Dublín cuando la situación con su marido era insostenible, después de unos meses volvió a Rusia a intentar una reconciliación, pero viendo que su marido seguía igual, y que la relación no mejoraba, decidió volverse para Dublín; además, en su país, para ella, la situación económica no era tan buena, y con todo quiso que su marido fuera con ella a Irlanda, pero este se negó, pero aceptó ir a verla siempre que pudiera, hasta que en un futuro ambos pudieran estar juntos. De todas formas, eso ella no lo tenía muy claro, y desde hacía unos meses, que ya le rondaba por la cabeza dejarlo. Y a medida que fue conociendo a Bob, sabía que éste era la persona idónea, a pesar de que quizá la relación también sería a distancia, o quién sabe. Aquella noche, en aquel piso, las cosas empezaron a perder toda razón y sentido, ante tal situación, casi que buscada, lo mejor era dejarse llevar y a ver qué pasaba. Una botella de cava y un poco de música, primero más bailable, y luego más calmada, dieron paso a unos elegantes elogios por parte de Bob sobre la belleza de Tania, la elegancia, y la sensualidad que desprendía en aquel momento, aunque a él lo que realmente se le pasaba por la cabeza era arrancar aquel vestido rojo, con escote justo y espalda descubierta, cortado hasta medio muslo, y tumbarse en la alfombra para iniciar una relación sexual que no se acabara nunca. Solo unos segundos después, un tierno beso en la mejilla de Tania, inició lo que al final acabaría en la mañana siguiente despertándose los dos juntos en la misma cama.






Día 37

Después del alegre despertar de los dos, ese día Tania tenía fiesta, y acordaron pasar el día juntos, parecía un buen día acompañado del sol, para ir de visita al jardín botánico. Un poco alejado de la zona centro de Dublín, pero que vale la pena visitar. De hecho, la pareja tenía más interés en estar juntos, conocerse, etc, que en el jardín, pero también era un buen sitio para pasar la mañana, el jardín está muy bien mantenido, tiene gran variedad de plantas y vegetación, muy bien señalizado a la especie a la que pertenecen, allí Bob aprovechó para practicar con la fotografía, los diferentes enfoques y maneras de realizar fotos, también le sirvió como modelo su guapa acompañante, hacía mucho tiempo que no le hacían tantas fotos, las últimas que recordaba eran las de su boda, la verdad es que era una chica muy fotogénica. Entre foto y foto conversaban, sobre intereses y gustos comunes, sobre lo bien que iban quedando las fotos, y lo bonito del lugar. Parecía que el mundo se hubiera parado ante tal situación, parecía como una de aquellas primeras citas de la juventud de cualquier persona, aquellas en las que pones sumo cuidado en agradar a la persona que te acompaña, de la que estás en todo momento pendiente, ya que te parece estar viviendo en una nube, que no piensas nada pero sientes mucho, te guían los sentimientos y las sensaciones, pero cuando ya tienes una experiencia acumulada en fracasos, como era el caso de Bob, lo sientes de igual manera, pero si se acaba, lo soportas mucho mejor. De hecho, dónde esta firmado que algo tenga que durar eternamente, como tampoco que tenga que ir mal, pero si sabes entender la vida, como transcurre, como se acontecen las diferentes situaciones, es una experiencia que tienes, que te sirve para entender mejor las cosas. Es ley de vida ir aprendiendo de las vivencias, como interpretarlas y entenderlas, es ya tarea particular de cada uno saber gestionarlas. Bob conoció a una chica en el intercambio lingüístico, de un pueblo grande de las cercanías de Madrid, que fue a Dublín solo para el mes de Agosto, un día conversando camino de la Havana’s bar, lugar del intercambio, ella le comentaba que ya tenía ganas de volver, que incluso la semana de antes, que era su segunda en la capital del tiempo cambiante a velocidad de FERRARI, ya había pensado en sacar el billete para volver antes. Decía que no se acababa de adaptar a la ciudad, que el clima la perturbaba, encontraba a faltar mucho el sol de las españas, vivía en una casa que ya tenía incluso antes de llegar con dos chicos, pero con que ambos trabajaban, no podían pasar mucho tiempo juntos, y a ella se quedaba sola, y se le caía encima. Solo acudía por las tardes a la academia de Ingles, y se aburría mucho, comentaba la suerte de haber podido encontrar lo del intercambio, ya que le ayudaba a pasar mejor las únicas cuatro semanas que iba a permanecer allí; como anécdota, le comento a Bob, que una de las cosas que más la frustró, fue, que cuando iba a visitar zonas de la ciudad, no tenía a nadie que le hiciera las fotos. Bob, con eso no pudo evitar reírse, no de ella, o sí, pero dicha situación era cómica, casi surrealista, una cosa en la que él ni siquiera se le habría ocurrido pensar, con la cantidad de fotografías que llevaba hechas a lo largo de su corta vida, y quizá en las que salga él, las cuente con las manos, y le sobren dedos. La fotografía, Bob, la interpretaba de otra manera, a parte de despertarle un gran interés, le apasiona, y comentó con la perturbada chica, que no había ningún problema en eso, que mientras en la foto saliera el lugar, cosa u objeto importante de la ciudad, no había que putearla con apariencias forzadas, para tal de poder demostrar a la familia y amigos, que has estado allí, que has sido testigo principal de la vivencia. Ella no estaba de acuerdo, típico de las chicas por otra parte, ya que para mostrar las fotografías, han de aparecer, sino se encuentran perdidas. Bob tenía la opinión que para aparecer en las fotos, ya están las modelos, que por otra parte saben posar, y quedan mejor, si fotografías un monumento, no hace falta que en la foto aparezca nada más, si vas a visitar la fabrica de cerveza Guinness, en la foto de la entrada no hace falta que aparezca el visitante, o que puede pensar quien ve la foto, que se ha hecho sola? la cámara tiene piernas? va sola a los lugares y hace su trabajo? Y es tan tonta, que en la foto no sale ella? Para qué trabaja entonces?
Aparte de esto, Bob le comentó también a la chica, que de todas formas había tenido mucha suerte de llegar allí y no tener que preocuparse de buscar piso, y que además sus compañeros sean de Alicante y Terrasa respectivamente, aunque de hecho, quizá mejor que como mínimo uno de los integrantes del piso hable Ingles, siempre va mejor para aprender, Bob no dominaba mucho el idioma, pero le llevaba una gran ventaja a la chica, ya que no sabía ni pronunciar, y eso que estaba apunto de empezar una carrera universitaria; también le dijo que él había llegado solo, sin conocer a nadie, y que había tenido que vivir tres semanas en un albergue, ya que no encontraba piso, que el clima no le afectaba lo más mínimo, ya que tampoco le gusta ir a la playa un día entero a gastar el sol y la arena, y mucho menos cada fin de semana, de los meses de verano, que había visitado la ciudad solo, pero que se había adaptado perfectamente al medio, es cosa de la naturaleza, de cada uno. Bob pensó en la forma de ser de la chica, no entendía como puede ser que con tan poco, se “sufra” tanto. De hecho, conoce a gente que es imposible que hagan cosas por sí mismos, parece como si tengan que tener a alguien siempre cerca que tire de ellos, de su pesado carro; por comodidad? por falta de decisión? de ganas? quien sabe. Y por el contrario, él, así como otra gente, que son “autónomos” en esta vida tan compartida, que la comparten con gente, pero que también saben estar solos, sabiendo que la soledad, que esta bien, si tienes con quien compartirla, como dijo Plaute: “Nemo solus satis sapit” -(“Ningún solitario sabe lo suficiente”. En referencia a que nadie es tan sabio para poder pasar de los otros. Ya por la tarde, Tania y Bob estuvieron en el piso de ella, ración de caricias, mimos, besos, sexo, besos, mimos, cayó la noche, más de lo mismo, luego a dormir un rato, Tania se tenía que levantar a las 7.00 am para ir a trabajar, y acordaron quedar al día siguiente por la tarde.

Día 39

Hoy es día de ir a jugar los bolos. Bob queda con la una pareja feliz que conoció en su visita al pub The Celt, la ruta de autobús los lleva durante 30 minutos por las calles de Dublín hacia las afueras, al barrio de Castlenock, hay una zona comercial, grandes tiendas donde pasear y gastar, y una grandísima sala de juegos, con varias máquinas recreativas, un Starbucks Cofee, y la pista de bolos. Allí Bob coincide con la chica de la plane, su no Irlandes, otras 2 parejas más, un par de chicos, y una chica madrileña, también del club María Cristina. Bob es virgen en ese juego, así que junto con alguna de las chicas, no consigue evitar las risas por parte del resto del experimentado grupo. Solo entrar a la sala, hay que pagar 1 Euro, a Bob le sorprende esto, y se pregunta alarmado cuanto costará la partida, ya que al vivir de ahorros, es un serio dolor de cabeza; relax al comprobar que solo son 5€. Al final de la primera partida, el marcador de Bob refleja la puntuación final de 69, un número mágico según se mire, pero el grupo formado por las dos parejas y Bob, pierde. En la segunda partida, nuestro novato aventurero sube la puntuación hasta los 82 puntos, con cuatro medias cruces, que es cuando en el primer tiro dejar solo un bolo en pie, y tienes que tumbarlo en el segundo intento. Ya camino del piso, Bob conoce a través de la chica de la capital española, que los Miércoles, en el bar La Habana, se realizan intercambios lingüísticos, entre Irlandeses que quieren aprender Castellano, y los que quieren aprender Ingles. Llegan a la parada, y se despiden quedando para ese mismo Miércoles acudir juntos al intercambio lingüístico. Pero la sorpresa de Bob llega cuando una vez en el piso, ve el móvil que ha recibido 11 llamadas perdidas, comprueba que el número a quien pertenecen es de Jess, pero se limita a apagarlo, cenar, comentar el día con los compañeros de piso, y se va a dormir, dolorido de la espalda.

Día 40

Suena la melodía despertador del móvil, son las 10.00 am, toca levantarse, desayunar, reposar mientras se lee el The Guardian Sports, ya que nuestro caminante siempre empieza por dicha sección, comprueba los resultados de la Premier League, también las noticias de motor, y como no las del Barça, que de vez en cuando siempre hay alguna, esta vez con razón, el Barça ha fichado a Zlatan Ibrahimovic, tremendo jugador, por calidad y dimensiones, cosa que alegra al lector. Rato después se dirige a realizar la compra para unos días, la norma del ahorro dice que hay que ir al Tesco, un Supermercado a unos 6 minutos del piso, grande, y con la suficiente variedad de productos, pero cuál es la sorpresa que al salir de allí, Bob se encuentra con Jess, visiblemente alterada, que antes de que él pueda saludarla, ésta le recrimina que no contestara a sus llamadas. Bob, haciendo gala de su tranquilidad habitual, le explica que estuvo todo el día fuera, y que dejó el móvil en el piso, y que aún no lo ha mirado. Excusa típica por otra parte cuando no se quieren dar explicaciones, máxime cuando lo usual era hacer callar a la exaltada rubia que no tiene por que recriminarle nada, no hay relación desde hace muchos días, ni siquiera la hubo como para ser seria. Ella no cree la excusa, muy típico por otra parte de las chicas, que cuando quieren algo tiene que ser ya y sin demora alguna, y le explica a Bob el por qué de su estado. Resulta que días atrás, mientras él estuvo de regreso a casa, Jess, al salir de la tienda quedó con una amiga, para como era habitual, ir un rato al pub. A Jess se le ocurrió llamar a su compañero de piso, pensó, que desde hacía unos días lo encontraba raro, muy borde con ella, que quizá le iría bien salir un rato, éste que estaba en dicho piso, no contestó, estaba muy enfadado con ella, ya que después del affair con Bob, ella considerándolo un amigo además de compañero de piso, le contó lo mal que se sentía, por una lío que tuvo un par de citas con un chico nuevo en la ciudad, que no quería una relación seria, pero que si podían quedar de vez en cuando para verse. El frustrado compañero le preguntó de diversas maneras, y lo más suave que supo, si realmente habían tenido sexo, ésta se alarmó, contestándole que no era asunto suyo lo que ella hiciera, y menos en esos temas. Él quedó completamente descolocado, no entendía entonces a que venían tantas conversaciones juntitos en el sofá, tantas “citas”, al menos para él, acompañándola de compras, al pub, al cine, etc. No podía creérselo, después de todo lo que había hecho por ella, después de aquel beso en el portal, de acuerdo que no pasó de un beso, pero él ya esperaba más, llevaba tanto tiempo esperando algo más, que ni siquiera se había fijado en lo que realmente ella esperaba, que era una bonita amistad. Le llegó a recriminar fuertemente que se liara con aquel desconocido, y ella le contestó mal, a su parecer; Jess se reunió el la esquina de O’connell con Talbot street, justo donde está el The Spire, punto de encuentro de muchos Dublineses donde darse cita, y fueron juntas al pub, como casi cada día, pero no sabían que ese iba a ser diferente. El el pub, en la barra junto a la entrada, habían dos chicos, uno de Dublín, y otro de Cork, cuando vieron entrar a las dos chicas, no pudieron evitar fijarse cada uno en una, como dos buenos amigos, y después de ver en que sitio del pub se quedaban, tramaron el abordaje de lo que los estudiantes denominaban como acabar el día, con una noche de sexo. El abordaje fue un éxito, ellas preguntaron sobre la situación de éstos, ya que no los habían visto nunca, ellos le explicaron que habían acabado el instituto en Cork, y que ahora se incorporaban a la universidad de Dublín, para empezar la carrera de ingeniería. Después de una larga y animada conversación, las chicas se disculparon para ir al lavabo, a comentar la jugada, ellas también habían elegido desde el primer momento uno cada una, como buenas amigas, a Jess le interesaba el chico de Cork, a su amiga el otro, los dos eran 3 años menores que ellas, pero a Jess le gustaba más el otro, encontró un chico muy diferente del último con el que estuvo, Bob. El chico de Cork era más bajito y redondo, pero mucho más simpático, con una bonita sonrisa y unos ojos azules de esos que gustan tanto a las chicas. Rato después los cuatro acordaron ir a cenar a un restaurante cercano, de ahí, Jess con el elegido se dirigió a su piso compartido, y su amiga se fue con el chico de Dublín a pasear, ya que no iba a tener sexo en la primera cita, hacía tiempo que se sentía sola, que necesitaba una pareja, y con este vio la posibilidad de una relación estable a largo plazo, que era lo que buscaba, él en un principio solo buscaba sexo, pero durante la cena, y antes en el pub, ella se encargó de soltarle algunas indirectas de cómo era, y lo que buscaba. Tirando de los tópicos habituales de las chicas, tales como (que no se acuestan con el primero que se las liga, que realmente buscan es un chico que las sepa escuchar, que las haga reír, que las sorprendan, que lo importante es el interior de las personas, que no es nada superficial, etc, en definitiva, que buscan al príncipe azul de sus sueños rosas, pero si éste es naranja, no vale, no combina bien con el rosa), que luego resulta que acaban saliendo con uno, que es diametralmente opuesto a todo eso, quien sabe si es porque se cansan de la espera, o porque para conquistar a una chica te tienes que vender como todo lo que no eres, como todo lo que no tienes, que todo vale. Pero esta vez, lo que pedía la amiga de Jess, más o menos parece que lo tenía el chico local, y si no, daba igual, ya había decidido que ese le iba bien. Mientras tanto, en otra parte de la ciudad, Jess i el chico de Cork, ya estaban medio desnudos en la habitación de ella, lo que no sabían es que en realidad, no hay 2 sin 3, y el enfadado inquilino amigo de la rubia, estaba en su habitación, a oscuras, escuchándolo todo, podía escuchar algún que otro gemido, el ruido de la cama, no pudo contenerse y se acercó sigilosamente a la habitación donde la temperatura había subido, estuvo unos 5 minutos mirando por la puerta entreabierta como otro que no era él, disfrutaba de una noche de sexo con la chica que el quería. Bastó eso para que se le desatara un trastorno en la cabeza, uno que no pudo controlar, se le empezaron a pasar unas cosas muy extrañas por la cabeza, cosas que hasta ahora, ni sabía que podía llegar a pensar. Unos veinte minutos después, oyó como los dos amantes salían de la habitación para ir a la cocina, a tomarse algo merecidamente, él también fue, se dirigió a Jess insultándola gravemente, ésta sorprendida primero de que él se encontrara en el piso, y segundo de los graves insultos, quedo perpleja, paralizada ante tal situación, entonces el universitario se apresuró a defenderla, metiéndose entre medio, y el herido amigo comenzó una pelea a golpes e insultos contra él, llegaron de la cocina al comedor, mientras Jess gritaba asustada e intentaba separarlos, sin éxito, su ya ex-amigo asestó un fuerte golpe en la cabeza con una lámpara al su contrincante, que sangró por la herida abierta, pero aún estaba consciente, después el perturbado amigo se dirigió a la cocina, eligió concienzudamente un cuchillo grande, y volvió al comedor, Jess estaba atendiendo a su amante, cuando vio que volvía, le gritó exigiéndole que dejara el cuchillo, este no le hizo caso, pero al ver que su oponente se levantaba, y que Jess se interponía, que no podía llegar hasta el, se agredió a él mismo, cortándose una y otra vez con el cuchillo, por diversas partes del cuerpo, los otros dos, estupefactos, quedaron paralizados ante tal situación, finalmente, el cuchillo cayó al suelo, y el perturbado salió del piso sangrando. Jess no podía dejar de llorar mientras atendía al chico, que aún se preguntaba qué había pasado, Jess se disculpaba entre lagrimas, intentó explicarle la relación con su ya ex-amigo, pero éste no quiso oírla, y se fue del piso. Pero no pudo salir, ya que la policía estaba abajo, con el perturbado mental, que había acusado al universitario de agredirlo, que él estaba en casa con su novia, y vino con la idea de agredirlo. Éste otro, negándolo todo, informó a la policía de lo sucedido, añadiendo que podían interrogar a la chica para contrastar las versiones, y el altercado acabo con los tres en comisaría.
Después de oír esto, Bob se interesó por Jess, pero ella estaba enfadada, y se fue para el piso, Bob lamentó lo sucedido, pero qué podía hacer, ni siquiera conocía a ninguno de los dos, a parte de no haber tenido nada que ver, ante tal situación, se dirigió al piso a colocar la compra en la nevera, y a explicar la anécdota a los sorprendidos compañeros de piso.






Día 42

No hay muchas novedades, Bob queda con Tania por la tarde, para tomar un café, ver una película, y acabar desnudos en un acto sexual. Bob, llegado este día, no pudo evitar preguntarse, que pasaría con esto, se supone que estaba casada, aunque ella no quería comentar nada sobre el tema, solo que ella vivía aquí y su marido en Rusia, que la relación no funcionaba, pero a las preguntas sobre el divorcio, separación etc, no dejaba nada claro lo que pasaba; él no estaba seguro de hacia donde iba aquello, era un mero parche para ella, ella se había enamorado, y ahora que había encontrado a alguien con quien compartir su vida, dejaría al marido. Muchas preguntas sin respuesta, pero él se sentía a gusto, y no quería pensar mucho sobre ello, ya que, en menos de un mes, volvía a casa. De hecho, aunque se sentía a gusto, sabía que no estaba enamorado, indudablemente, en otras circunstancias, el amor llegaría, pero en esas concretas era difícil, además, ni siquiera ella se planteaba que iba a pasar en los próximos días.

Día 49

En el piso de Bob, había tranquilidad, John levaba algunos días fuera, los yankess ya no estaban, Tania pasó alguna noche allí, el tema seguía igual, parecía en stand by, aunque los días avanzaban. Lo único que iba a cambiar era la convivencia en piso de Bob, porque lamentablemente llega Shaune, o algo así, la novia de John. Para detallar el por qué, vasta con decir que ella rondará los 19 años, y tiene una voz tan de niña que después de una hora se hace insoportable, él tiene 21, y resulta sorprendente el cambio de postura de los día previos a la llegada de la novia; ella parece que ha perdido la virginidad con él, y este ha cogido tal encoñazo, que junto con el apollardamineto de la futura enfermera, que para ello estudia, están todo el día con el cansino e insoportable acaramelaminento, apollardamiento, llamarlo X de los niños recién enamorados, o empanados, con los estúpidos ruiditos/ronroneos gatunos, las insoportables bromas, etc, todo esto, sin darse cuenta ni lo más minino que no están solos en el piso. Si a esto le sumamos, el poco cuidado o nulo, con sus quehaceres del hogar, a saber, dejar vasos, tazas, platos, cubiertos en cualquier sitio, entorpeciendo el espacio de Bob, el tema se complica. Pero aún se complica más, si sus bártulos quedan expuestos como acompañamiento al decorado del piso, durante dos o tres días. Ahora bien, cuándo van llegando visitas para un posible futuro/a flatmate, compañero de piso, ya que hay dos habitaciones vacías, más la que dejará Bob, rápidamente se preocupan de recoger un poco. Entonces Bob se pregunta: la paki esta cuándo huevos se pira? Yo no pienso recoger la mierda de los capullos de Teruel, imbécil apollardá ella, calzonazos encoñao él!! Y si solo se mantiene el piso en perfecto estado de revista cuando vienen a verlo, será cuestión de captar clientes cada día. De todas formas, esto es lo típico de cómo va el mundo, vamos a recogerlo todo bien, para causar buena impresión, que cuándo estén instalados ya se darán cuenta con quién se han ido a vivir.
En una de esas limitadas conversaciones, para hacer más llevadera la convivencia, Bob le pregunta a la niña tonta un par de cosas, sin interés para él, para llegar a la cuestión principal: Do you come to Dublín for study or holydays? La respuesta es agradable para nuestro incomodo okupa, con un poco de suerte mañana se pira, pasado mañana como muy tarde. De hecho lo más sorprendente de todo esto, es el cambio que aprecia Bob en John, que de acuerdo, viéndolo por la casa, lo poco que lo ha visto, ya que ha estado de vacaciones fuera, da la impresión que es un tio tranquilo, del club Willy Green “a mi bola Green” no parece el típico Irish que está todo el día en el pub, no le gusta el fútbol gaélico ni el Hurling, no sigue el Rugby, la verdad, costaba mucho imaginar este cambio, lo que pueden hacer las chicas, Supernenas al poder!!!! O es la fuerza del amor? Se suceden los días y nada cambia, las mismas tonterías, los mismos bártulos en medio, la misma poca falta de visión respecto al otro inquilino, pero Bob sabe que esto no durará eternamente, y permanece tranquilo, a la espera de novedades.







Día 43

Hoy es el día 43, como el Licor 43, y la única novedad, y lo único que hay que hacer hoy, es ir a ver la final de la Supercopa de España entre el Barça y el Athletic de Bilbao, que indudablemente ganará el Barça, y será el primer trofeo de la temporada. En la porra de la web de Catalans a Dublín, Bob ha puesto un 1-8 para el Barça, y en la vuelta un 8-0 y la copa se queda en la ciudad Condal. Parece que acudirá al pub Murrays solo, ya que Tania ha quedado con una amiga para ir a hacer unas compras, tomar algo, cotorrear, cosas de gossip girls, chicas cotillas. El pub Murrays, es un típico pub Irlandes, son dos plantas, más una terraza en la parte de atrás; se sirve comida también, a unas horas absolutamente extrañas para las costumbres de nuestro seguidor de Barça. En la zona del primer piso que queda a la altura de la calle, hay unas pocas teles, mesas, una pecera, etc, y en el piso de arriba, hay tres proyectores, y unas cuantas más teles, si es un día que coinciden varios partidos de diferentes ligas, como por ejemplo la Española, Inglesa, Italiana, Rusa, Portuguesa, etc, se pueden ver todas a la vez en diferentes teles, los partidos del Barça siempre se dan en la misma zona, la grande habilitada para los conciertos, en acuerdo con la peña Blaugrana de Dublín, de nombre Penya Blaugrana O’Conelletas, por la calle O’Conell street, y la Font de Canaletes de Barcelona.

Día 49

Hoy solo hay la novedad de que se juega la Final de la Supercopa de Europa entre en Barça y el Shaktar Doneths. En la porra de la web, esta vez Bob, siendo un poco más realista, ha puesto un 12-0, a favor del Barça claro. Y cuando acabe el partido, Bob se pasará por casa de Laura, que es la compañera de trabajo de Tania, que ha organizado una pequeña fiesta de despedida, ya que va a pasar sus vacaciones a Barcelona. Bob queda con Tania allí, ya que ésta irá antes para ayudar a su amiga con los preparativos. Será una fiesta informal, no es necesario vestirse de etiqueta, pero si habrá mucha gente.


Día 54

Fiesta en Chesterfield, no es la marca de tabaco, es una urbanización típica del Reino Unido, con sus casas adosadas con jardín, sus calles con sus interminables zonas verdes, muy bien situada, a tan solo 15 minutos del
Centro de Dublín, y con la estación de tren muy cerca. A las 6.00 John y Bob, después de haber hecho las típicas compras, o sea el alcohol, se dirigen camino de la estación de Connolly, a coger el tren de las 18.30. Camino de la urbanización a medio camino entre Dublín centro y Phoenix Park, la ruta del tren rodea el estadio de Croke Park, donde a Bob le viene un grato recuerdo de su visita. Sin darse cuenta, los dos invitados ya llegan a la estación, y se dirigen a la casa. Al salir de la estación, les vienen a recibir Rose & Dena, dos chicas universitarias de 19 años, se hacen las presentaciones, y se ofrecen a ayudar a John con la pesada caja de cerveza, una caja de 20 botellas de 500 ml. Marca Millar, solo para satisfacer las necesidades de John, ya que Bob, ha elegido un pack de 4 botellines Guinness. En la casa les espera Karen y su coche, un Vauxhall Corsa, y a Bob ya le viene la primera pregunta a la cabeza: Joder, un coche en la casa, y tenemos que venir pateando desde la estación, y en tren desde Dublín, dónde está la cortesía Británica? Karen es la otra joven inquilina de la casa, aunque solo por el verano, ya que estudia en una ciudad a 2 horas de la capital. De hecho, la palabra fiesta en esta ocasión queda un poco grande, ya que en principio iba a ir más gente, pero al final solo se concentraron 7 personas, y pasa a ser una reunión o meeting. Al poco rato llegan Mike & Rick, dos amigos de las inquilinas, también universitarios. Allí Bob, una vez más es el abuelo del grupo, ya que a sus 31 primaveras, aventaja en unas cuantas al más grande de los estudiantes, John con 21, aunque aparenta 25 por el castigo físico, de estudios, de tabaco y cerveza?... Cuando pasan unos minutos, Bob no puede evitar fijarse en dos cosas; una la sobreexcitación, que no sexual, de Karen & Dena, la primera, en poco más de 1 hora, ya va por su tercer Red Bull, y la segunda, porque usa la mesa y el mármol de la cocina como sillas, se sube y baja, va de aquí para allá; dos, una de las chicas derrama por el suelo un poco de bebida, hasta ahí nada anormal, cosas de la emoción adolescente, pero coge la fregona sucia, la pone en la pica de fregar los platos, y ahí la lava, pero es que después de fregar el suelo, la vuelve a meter para lavarla, -“es una cosa tremenda!!!!”-, piensa Bob. Mientras, Rose, consulta brevemente esa tonta e inútil red social llamada Facebook. Poco rato, ya que enseguida le requisan el ordenador portátil Toshiba, para poner videos musicales en el Youtube. Bob se vuelve a sorprender de que las chicas no dejan acabar una canción y ya ponen otra, hablan mucho y muy rápido, cuesta seguir la conversación, quizá es de nivel, pero difícil de seguir, se levantan, se sientan, se van, vienen, -Esta es la típica sobreexcitación de los 20 años, qué paciencia colega, como dijo Séneca; “es defecto de jóvenes, no saber gobernar sus impulsos” yo hacía esto? Uff, ya no me acuerdo. Y entre video musical y cerveza, John va a por un récord Guinness de Millers por hora, 5, en breve acabará la caja, Bob se sorprendió, pero quizá John encuentre a faltar haber traído otra caja. Cerca de las 11.00 pm, Bob se va despidiendo, ya que tiene que coger el último tren, el de las 11.35, ya que no tiene ganas de quedarse mucho más rato, además, el Domingo hay maratón de carreras, al mediodía Formula 1 desde Spa Francorchamps, imposible perdérselo, y a partir de las 6 pm, Campeonato del Mundo de Velocidad desde Indianápolis, si el circuito Belga es la catedral para carreras de coche en Europa, Indianápolis lo es en Estados Unidos, y en el mundo. Y ahora por fin llega la añorada caballerosidad Británica, Rick y Dena, se ofrecen a acompañar a Bob hasta la estación, disculpándose por la poca cantidad de gente presente. A Bob no le importa, y les tranquiliza, también agradece de paso la cortesía. –Que raro, no hemos hablado mucho y me acompañan, no querrán hacer un trío en medio del jardín de una de las casas, yo paso, si fueran 2 tias si, pero esta combinación no me pone, y sabe mal decirlo pero Dora tampoco, de hecho solo Rose me ponía, pero con 18 y tan delicada, si le llego a tirar los trastos igual acabo en la cárcel-. Piensa Bob, mientras aparece el tren, se despiden, y Dena le dice a Bob, que si vuelve otra vez a Dublín le montará una fiesta, Bob recoge la invitación, se sube al tren y se despide una vez más con la mano.





Día 56

Bob va apurando sus últimos días en la ciudad, y le viene a la cabeza la letra de una canción: -“apuro en el Habanos mi última calada, y un Vietcon me dice Sayonara”-. Bob tiene una biblioteca musical de lo más variada, cuando explica a la gente que tipo de música escucha, la variedad de estilos y los interpretes, la gente suele sorprenderse. La verdad, es que com con la edad, todo va cambiando, y si antaño solo escuchaba un par o tres de estilos, a medida que pasaban los años, se iba interesando por otros, ampliando así sus gustos por los diferentes estilos, grupos o interpretes. Ese día, la única novedad que hay, es que Bob acudirá a una estudio de tatuajes, para marcar su brazo con el dibujo de una espada antigua Irlandesa, rodeada de una cinta con los colores de la bandera del país, y una inscripción que reza: -“ Go bhfeiceam Éire saor gan daoirse”-, escrita en Gaélico Irlandés, o Irlandes. Pero solo empezar la mañana, una decepción, no hay Internet, desde ayer por la tarde, que empezó a llover, es extraño piensa Bob, en el piso tienen lo que se podría llamar Internet clandestino, ya que desde su piso cogen la conexión de un vecino, desde que llegó Bob, siempre ha podido conectarse, solo algún que otro día fallaba la conexión, pero era durante poco rato, al día siguiente volvía a funcionar, quizá mientras el vecino estaba en el trabajo. Pero tantas horas, no había fallado, Bob pensó, que igual ya se les había acabado el chollo, él en particular, tenía siempre conectado el eMule con descarga de música y alguna película, el BitTorrent, para descargar unos documentales y partidos sobre Michael AIR Jordan, más las conexiones a una web de descarga directa, para bajar aún más música y más películas. Un atraco en toda regla.

Día 57

Bob se levanta por la mañana, más o menos a la misma hora de siempre, hoy piensa en ir a almorzar al café que hay en la esquina de Gradiner con Frederick street, ya que hay conexión a Internet, el chollo del piso ha llegado a su fin. Pide un capuccino a la camarera Rachel, una chica simpática, a parte de guapa, de las afueras de Dublín, conversan un rato mientras se hace el pedido, ella, ya conoce de algunos otros días a Bob, de haber pasado a recoger el capuchino, y le pregunta a Bob si se queda aún por más tiempo o no, éste le contesta que le queda poco más de una semana, que tiene que volver para estudiar, es una pena que ahora que ya estaba instalado, tenga que irse, pero también sabe, que si no hace el modulo de Administración de Sistemas Informáticos ahora, probablemente ya no lo haga. De hecho, a parte de ese, le ronda por la cabeza hacer uno de imagen, si el trabajo en un futuro se lo permite, pero lo primero es lo primero. Ella le comenta que también empieza ahora el segundo curso en la universidad, algo relacionado con Producción Audiovisual, Televisión o algo así, que junto con su novio, él un año más avanzado, lo empezaron al mismo tiempo, fue allí donde se conocieron, pero ella dejó la relación, y la universidad, no lo tenía claro, se encontraba perdida, necesitaba tiempo para ella, para encontrarse a sí misma, y durante un tiempo estuvo viviendo en Italia. Ése verano volvió para retomar los estudios, y la relación con su antiguo novio, le comentó a Bob, que en una primera etapa de la relación, estaba muy enamorada de su novio, igual que él de ella, pero que en ocasiones la ahogaba, se sentía muy vigilada y sin libertad. Siempre estaban juntos, en la Universidad, en el piso compartido con tres estudiantes, dos chicas y un chico gay, y que cuando no pudo más, lo dejó todo. Ahora se alegraba de volver, y de que las cosas volvieran a ser como antes, pero con más libertad, ya no compartiría piso con él, ni curso, pero estarían juntos, se alegraba de que él la quisiera tanto como para haberla esperado y comprendido. Bob, se sorprendía bastante de toda la historia, se preguntaba si realmente él la quería tanto como para haberla esperado, o es que por el contrario, en ese tiempo, no pudo empezar ninguna relación sentimental con alguna otra chica, y cuando volvió su ex, vio la luz. Le preguntó a Rachel, en confianza, si volvía con el porque no había encontrado nada interesante por ahí fuera, o si realmente era porque le quería; ella contestó que estuvo con un chico Italiano unos meses, pero que no era lo mismo, que el tenía su vida allí, y a ella le gustaba más su país de origen. Bob insistió, en que hubiera hecho, si el Italiano hubiese decidido venir con ella hacia Dublín, pero ella eludió la respuesta, salvada por la entrega del capuccino. Bob, mientras miraba el correo, pensaba sobre lo diferentes y a veces disparatadas que son algunas relaciones, creía firmemente que si el chico Italiano hubiese tomado la decisión de venir a Dublín, ella ni se habría acordado del novio, y hubiese calificado la relación antigua como que no tenia libertad, y su novio la ahogaba, que los dos con 22 años, él no era lo suficiente maduro para saber entenderla, para saber llevar la relación, y por el contrario, ahora, se alegrase mucho de haber encontrado de nuevo el amor, en un chico muy diferente del otro, más maduro, a parte de por la edad, 31 años, por la experiencia de relaciones pasadas, y de cómo no, por haberlo dejado todo por amor.
En fin, Bob tampoco acaba de entender muy bien como funcionan algunas relaciones, aunque no deja de intentarlo, cada persona es un mundo.


Día 58

Hoy es Miércoles, y por lo tanto es día de acudir al intercambio lingüístico, antes Bob tiene que pasar por el estudio de tatuajes para entregar la inscripción al artista, que se la pidió expresamente, para poder cuadrarla en la cinta. Saliendo de allí, ya que aún es pronto para ir al Havana’s bar, en Grafton’s street, una calle comercial, estratégicamente bien situado, hay un Starbucks cofee, Bob, gran aficionado a los cafés de la cadena, propietaria de la franquicia NBA Oklahoma City Thunders, antiguos Seattle Supersonics, decide pasar a probar el Frapuccino Mocca Ice, aunque no es muy indicado para el día de lluvia, otro más ya es típico, siempre es el que sabe mejor. Toma el único asiento libre que hay, en una mesa junto a la ventana, a compartir con una solitaria y observadora chica. Pregunta antes si esta libre, y luego toma asiento. Era un buen día para conectarse un rato a Internet, hacer algunas descargas directas, y mirar a la gente que pasa. Bob observa a la desconocida chica, la nota distante, un poco triste, con la mirada perdida en un punto imaginario, trata de encontrar la frase apropiada para intercambiar unas palabras, ya que por el estado, y el día, salvo que ocurra un milagro, no habrá posibilidad para más. Después de encender el laptop, Bob comprueba extrañado que no tiene conexión con la red, sorprendido ya que esta cafeterías a parte de por el café, se distinguen por la gente que acude a ellas con los ordenadores portátiles, intenta solucionar el problema, pero no puede; le comenta a la chica si sabe si necesita contraseña o algo en particular, y ella amablemente le informa de que la conexión no es gratuita. Extrañado aún más, le pregunta cómo puede ser eso, si una característica principal del lugar extendido por todo el mundo, y ella le comenta que tiene que pagar 5 € para tener la conexión, que es posible que este montado así, por la particular localización de la cafetería, dentro de una tienda de dos plantas. Bob le comenta que en Barcelona hay unos cuantos y todos tienen, el que esté allí dentro, no debería ser un problema. Los dos empiezan a intercambiar opiniones a cerca de los cafés, del tiempo, de qué hacen allí. La chica, esa misma tarde, había tenido una discusión con el novio, ella quería ir al cine, y el novio olvidó el asunto, y estaba en el pub con los amigos, llevaban solo 7 meses saliendo, ella estaba enamorada de el, pero en ocasiones como esa pasaba a odiarlo, por el poco interés que mostraba en la relación, solo sexo, cervezas, coches y poca cosa más. Ella creía que ya era hora de dar un paso más en la relación, ya llevaba tiempo pensando en ello, se lo había comentado al novio, alquilar un piso, vivir juntos, compartir más tiempo juntos, pero éste aún no lo veía claro, tenía trabajo, pero no tenía muchas ganas de dar ese paso. Para qué destinar el dinero a un caro alquiler, si con los padres no tenía ningún gasto, y justo hacía dos meses que tenía el coche nuevo, y ya tenía en la cabeza el proyecto de cambiarle algunas piezas, para hacerlo más acorde con los del resto de amigos. Informando a Bob de tal situación, el preguntó por la edad de ambos, ella 24, él 23. Estaba ahí el problema, o eran diferentes momentos para cada uno? Bob le comentó a la chica, que desde que la había visto en la cafetería, mientras buscaba un sitio libre, ya había tenido la sensación de que algo la atormentaba, que estaba acorde con el día. Ella se sorprendió, preguntando, si tal era la evidencia, y él contesto que sí, cuando entras en un bar lleno, buscando un sitio libre en alguna mesa, estando todas ocupadas por grupos, con animadas conversaciones, y solo en una, hay una chica sola, que además mira a través de la ventana algo que no ve, pues destaca un poco. Justo en ese momento suena el móvil de ella, era una amiga que salía del trabajo y preguntaba dónde estaba, hablaron unos segundos, y la desconocida, ya más alegre se despidió de Bob, agradeciéndole la conversación, y salió de la cafetería para encontrarse con su amiga, para explicarle el por qué no estaba en el cine, y para buscar el apoyo de una amiga fiel en momentos difíciles, ellas siempre están ahí cuando se las necesita. Un rato después, aún lloviendo, Bob acabó su café y se dirigió camino del otro bar, sorprendiéndose una vez más, de la fuerza que hay que hacer con la mano para sostener el paraguas, con el viento siempre cambiante de dirección, otra característica típica de la ciudad, ese viento que te despeja la cabeza. Pasado el mes de Julio y Agosto, se nota el cambio de temperatura, brusco, de un día a otro, la temperatura ha bajado 6 grados según la meteorología, en esa tarde debían rondar los 14. En el Havana’s, en la zona del intercambio, Bob aprecia la ausencia de gente, deduce que por el tiempo, la camarera le informa que hay un chico esperando, y rápidamente los dos comienzan la sesión. Dan de nombre, habla bastante bien el castellano, un poco más que Bob el Inglés, ya que Dan ha pasado los últimos ocho meses entre Argentina y Bolivia dando clases de Inglés. Dejó el trabajo de oficina bancaria para tomarse unas largas vacaciones, cosa no habitual en los tiempos que corren, por qué cambiar el sueldo de la banca por el del clero? En este caso, la respuesta de Dan es clara, no le gustaba, y prefiera trabajar hablando que pensando. Aunque el sueldo sea menor, compensa las horas dedicadas, tiene la sensación de hacer algo de provecho, que comparada con el trabajo de oficina, que le deprimía, se hace mucho más ameno. Conversan animadamente mientras van llegando los demás integrantes de la genial idea, por ciento, el agua en los bares es gratuita, pero una lata de Guinnes, vale lo mismo que una pinta de un pub, extraña circunstancia, piensa Bob. Llega Brian, un hombre Irlandes de unos 50 años, acompañado por Elisabet, una chica de Sevilla, que ya lleva allí 6 meses, pero es la primera vez que acude al intercambio. También llega Toni, otro Irlandes, más o menos a la misma hora de siempre, ya que es cuando acaba el trabajo de oculista que desempeña, un hombre alegra, con la clásica tripa cervecera, que también habla bien el castellano, a parte de por que lo ha estudiado, porque pasa largas vacaciones en Sitges, en un apartamento propio. También llega Sergio, el compañero de piso de la frustrada por el tiempo chica de las afueras de Madrid. El que falta hoy es Martin, también Irlandés, de uno 45 años, contable, que esa misma semana se encuentra de viaje, por vacaciones a Cádiz, para luego ir a Granada, y acabar pasando una semana más en Barcelona. Martin, es las otras sesiones conversó a menudo con Bob, interesándose sobre todo por Barcelona, le habían dicho que era peligrosa, la zona de las Ramblas, etc. Bob se encargó de tranquilizarlo, aconsejándole, que no eran peligrosas siempre que llevara la cartera en el bolsillo delantero del pantalón; y que la zona peligrosa de Barcelona, algún barrio en concreto, difícilmente llegaría, a no ser que se perdiera mucho. Bob ya le había informado de las zonas más interesante de la capital Catalana, y también, de que no era más peligrosa que Dublín, más aún creyó Martin dicha aclaración, cuando supo en la zona donde residía Bob, según Martin, una zona delicada, a la par que peligrosa de la ciudad; Bob se extrañó, ya que había deambulado frecuentemente por la zona, de día y de noche, y no había tenido aún ningún percance, incluso en las dos canchas de baloncesto que hay en la zona, acude gente normal, extraño que les guste el baloncesto, pero había buen ambiente.

Día 60

Hoy es día de visita en el piso, hay que alquilar las dos habitaciones, más la de Bob, que quedará libre dentro de nueve días. John se preocupa de recogerlo todo, de ordenarlo bien, el piso tiene que causar buena impresión. Bob se limita ha hacer la cama, ya que no tiene nada más que recoger. Primera visita a la 1.00 pm, una chica, Bob se emociona, para luego desilusionarse, solo verla entrar, no es el tipo de chica que esperaba, habrá que esperar a la segunda. Se llama Nicole “Kidman”, es de las afueras de Dublín, y cosa curiosa, una vez visto el piso se decide a alquilar la ex-habitación de John, y paga el mes y el depósito al acto. Ante tal decisión, cómo decir no? Se instalará al día siguiente. Siguiente visita, a las 4.00 pm, a Bob le da tiempo de hacerse un moniato asado, sweet potatoe que lo llaman en Irlanda, con un par de pechugas de pollo, de primero se hace la típica ensalada de iceberg, con una zanahoria y maíz. Cuando entra la segunda visita, Bob ya se alegra más, pero hay una cosa que lo descuadra a la par que sorprende, la chica es maja, de unos 19-20, pero viene con los padres. –“Que raro!! Será la primera vez que sale de casa, hasta parece virgen, estará enamorada de un chico de su barrio que no la corresponde?”-. Una vez allí, mientras John les enseña el comedor, Bob puede oír alguna palabra en castellano, y amablemente se acerca para ofrecerse como traductor, ya que la chica parece que le cuesta entender. Los padres de seguida que oyen a Bob se alegran, que suerte, un español piensan, Bob no los desilusionará revelándoles que lo único que tiene de español es el carne de identidad. La chica habla muy bien Ingles, es estudiante de Erasmus, entender a John, es otra cosa. Bob ha tenido problemas varias veces al no entender casi nada de lo que el Irish le dice, en los primeros días, Bob le pedía que por favor le hablara despacio, pero sobre todo, intentara pronunciar sin comerse letras. Después de comprobar que eso era pedirle peras al olmo, Bob desistió, y paso al plan B, entenderlo a su manera. Una cosa esta clara cuando llegas a un país para aprender un idioma, es posible que los oriundos del lugar quieran ayudarte, o no. En aquel caso era la segunda posibilidad. John, aún habiendo estudiado castellano en el colegio durante cinco años, se negaba a hablarlo, pero lo que es peor, no hacía nada por que Bob lo entendiera, en ocasiones John ni siquiera miraba a Bob, y este no sabía si hablaba solo, con él, con otro compañero, con la tele…Pero no hay que guardarle rencor, tampoco toda la gente sirve para enseñar, hace falta paciencia, tiempo y ganas. La chica, de Extremadura, se interesó por el piso, pero ponía la condición de quedárselo si le guardaban una habitación para un amigo suyo que llegaría a mediado del mes. El tema no estaba claro, la premisa a seguir era, alquilar el piso al primero que quiera pagar, y era muy posible, con las visitas que había ya concertadas, que se alquilaran todas las habitaciones antes. De todas formas, mientras los padres de ella conversaban con Bob, preocupados por dónde se iba a vivir su hija, empezaron a hacer toda clase de preguntas a Bob sobre piso, la calle, la zona, la ciudad, hay que comprar platos, sabanas, vasos, cubiertos, sobre John… Bob apreció cierto miedo, cosa típica en los padres, preguntaban si se podía poner una pequeña mesa en la habitación para que su hija estudiara, que para eso había ido, si era higiénico el piso, etc, preguntaban sobre la ciudad, las costumbres, las gente, -“Joder, otros ciudadanos típicos de las españas, que no han salido nunca del querido país, y cuando visitan un país extranjero se piensan que los van a querer engañar en todo, pero que no ven que en el único país que nos tienen engañados, es precisamente en España?”- Pensaba Bob. Los asustados y desconfiados padres hablaban con la hija, haban con Bob. A éste, ya se le pasó por la cabeza explicarles a los padres algunas cosas, que no querrían oír, de lo que iba a hacer su hija allí. -“Joder!! Pero a esta peña que le pasa, tanto miedo y tanta tontería, dos calles más abajo está “Chinatown”, pero si se lo digo salen escopeteaos, De todas formas, lo primero que va a hacer la hija es ir de fiesta en fiesta, emborracharse, fumar y follar, que es lo que hacen un montón de estudiantes cuando se piran de casa de los padres, que los tienen sometidos al control absoluto. Que importa el piso y la ciudad, viendo lo visto, lo que más ganas seguro que tiene es perderos de vista!!”-. Pero al final, se lo pensó mejor, ya que con el miedo que iban los padres, les hubiese provocado un shock emocional saber la verdad sobre su hija.
Dejando ya los negocios para otro día, y dándose la circunstancia que tal día como hoy es el primer partido del Barça en la liga, contra el Sporting de Gijón, cuando son las 8.30 pm pasadas, Bob se dirige al pub Murrays, allí se encontrará con Ronan, el presidente de la Penya Blaugrana de Dublín, que llevará la camiseta de Iniesta o Puyol, son las dos que tiene, más con gente de la pagina web de catalans… 3-0 resultado final, -“Todo en orden, empezamos como acabamos, este año al Puto Madre le caen 8 en el guarro Bernabeu, 2 de Mecí para empezar, 4 de Ibrahimovic, 1 de Busquets y el último de Cristiano Ronaldo en propia puerta”-. Es lo que comentan los emocionados seguidores cargados de cerveza de la buena.

Día 63

Hoy toca marcarse, es el día D, hora H, el día que en el estudio de tatuajes de un centro comercial muy cuidado en Graffton street, le han dado hora para el rebuscado tatoo. En los días que Bob pululaba por Dublín, iba elucubrando lo que se iba a tatuar, lo sacaría de su cabeza, tenía que tener un significado para él, tendría que tener algo que ver con el país, su segundo país después de la experiencia, y al mismo tiempo, que el significado fuera común entre sus ideales y los del país. Vio mentalmente una antigua espada celta, rodeada por una cinta, con los colores de la bandera de Irlanda, en la que estaría la inscripción; el resto lo dejaba en manos del tatuador, Paul, el mismo que tatuó un símbolo en la muñeca de la famosa cantante Britney Spears. Cosa que Bob pudo comprobar en las fotos del interior del estudio. Una vez dentro, cliente y artista intercambiaron los puntos de vista para la obra, iba a ser en la parte interior del bíceps, una zona sensible. Mientras el artista introducía aguja y tinta en el interior de la piel, Bob pudo notar el efecto, que es el que le hizo recordar una época en la que a la gente, quizá por moda, quizá por falta de ideas, se les ocurrió tatuarse lo que se llaman brazaletes, generalmente dibujos tribales, que rodeaban el brazo, lo que llamaba la atención, es que la mayoría de gente, en la parte interior del bíceps, no aguantaba el dolor, y no juntaba las dos bandas del brazalete. Esa era una duda que tenía Bob, aunque estaba dispuesto a aguantar lo que le echaran, ya que la idea tenía que ser, ese tatuaje y en esa zona; una vez comprobado que el “dolor” no era para tanto, Bob pensó: -“Que malas son las modas, tampoco “duele” tanto, es justo decir que de los diferentes tatoos que me han hecho, éste y el de la pierna, son los más incómodos, pero qué gays la peña no?”-. En una hora y media, el trabajo ya estaba acabado, así que nuestro recién marcado turista, se dirigió hacia el piso para comer. En el camino, iba recordando, las pequeñas diferencias que se habían producido en el piso desde que llegó la chica, Nicole. Desde el primer día que se instaló, ya quiso poner un toque femenino al piso; primera acción, tres pequeños floreros, en la mesa del comedor común para todos, en el pasillo, por el que pasan todos, y en su habitación. Segunda acción, poner ambientadores, uno en el comedor, y otro en el lavabo, también comunes, tercera acción, esa noche antes de irse a dormir, dejar la bambas en el comedor. Claro, ahí ya Bob, se descuadra. –“O sea, llega la notas aquí, y sin preguntar a nadie, empieza a poner objetos por el medio, flores para más INRI, ambientadores, tampoco olía tan mal el piso, bueno el del lavabo igual sí esta bien, y luego la fumá va y deja las bambas en el comedor. Surrealista. Bueno esto también es típico de las tias, dar ambiente al entorno, seguramente con toda la buena intención, o no!, pero se les olvida preguntar si pueden hacerlo, claro, para eso hay que pensar, y a Dios, tan perfectas que las hizo, o se le olvidó ponerles cerebro, o se lo puso en las tetas!! Y si alguien es alérgico a las plantas, o al pestazo de los pies? Ah, y la buena es, al segundo día ya trae al novio, o igual vino él para controlar con quién se iba a vivir, y evidentemente se queda a dormir, bueno ningún problema. El tercer día se trae al amigo gay, era gay, que bien, tiene un amigo que la sabe escuchar y comprender, que siempre estará ahí, y que no se la quiera tirar. Pero el cuarto día, se quedan a cenar ella, el novio y el amigo gay. Me mola el rollo estudiantil, lo hubiese cambiado por la mili.
Después de comer a Bob le espera una sorpresa agradable. Llegan Suzanne y Claudia “Schiffer”; Suzanne es la chica que ha alquilado una habitación, es Alemana, y naturalmente habla muy bien Inglés, su amiga Claudia viene a acompañarla y ayudarla a instalarse. Habían venido un día que Bob no estaba, y Suzanne hizo la reserva, solo 3 días después de llegar a Dublín, de 1’80 metros de estatura, rubia, buen tipo de modelo, muy guapa y simpática. En definitiva, uno de los tipos de chica que gustan a Bob. La amiga, 1’74, también buen tipo, pelo castaño, pero con unos bonitos ojos azules, de los que hipnotizan y despistan a Bob. Cuando entran y Bob las ve, primero piensa, se han equivocado de piso, o vienen a verlo, pero acto seguido, Bob se extraña de que tengan las llaves. Ellas se presentan, e informan a Bob, que Suzanne es la nueva inquilina, Bob, agradablemente sorprendido responde que no sabia nada, que John no se lo dijo. Ningún problema, aunque piensa: -“Ole, mola, esta si que puede adornar el piso con lo que quiera!! Pero, vaya mierda!! ya podía haber venido antes, típico de mi suerte!!”-. Hablan durante un rato amigablemente, intercambian datos, Suzanne es estudiante, viene para nueve meses; Claudia también, pero estudia en Inglaterra, no viene a quedarse, solo está en Dublín por unos días. Después de un rato, Bob se va del caliente piso, se despide de las chicas, y va camino del punto de encuentro común de la ciudad del viento y la Guinness, el monumento The Spire, para encontrarse con Liberto, habían coincidido en el Hostel durante varias semanas. Irían a un bar Australiano que hay en Parnell street, ambientado en la gran isla, donde Bob acudía a ver las retransmisiones de Formula 1, a tomar algo y a intercambiar vivencias, y a despedirse. Habían ido quedando a menudo, Bob le informó que ahora hacía días que no veía a Tania, pero tampoco estaba muy preocupado, seguro que la vería antes de irse, además, estaba contento con la nueva compañía. El compañero de pintas le explicó que a mediados de Septiembre, tenía previsto volver a Barcelona para unas cortas vacaciones. Después de unas horas, se despidieron y Bob se fue para el piso, una vez allí, preguntó a John dónde estaban las chicas, y éste le dijo que se habían ido de pubs. Y ahí acabó el largo y ajetreado día.


Día 66

9.45 am, suena la melodía del móvil, toca levantarse, pero la diferencia de hoy, es, aparte de que hay que lavar el tatuaje y cambiar el plástico, la emoción del despertar de Bob. Hoy, por fin había alguien interesante en el piso. Después de almorzar, Bob se fue a la biblioteca pública, a hacer algunas descargas y a retirar el anuncio de la web sobre el alquiler del piso, ya que el día antes, John le informó que su habitación también la había alquilado. La biblioteca pública de esa zona de Dublín, está dentro del centro comercial ilac Centre, curiosa localización para una biblioteca. Toma asiento, intenta navegar por la web, pero es imposible, ya tuvo problemas el primer día que fue, le resultó imposible enviar un mail, de entre otras cosas, la paciencia de Bob que en general es inmensa, ante un ordenador o dentro de un coche, se evapora como el agua. Después de media hora, apaga el engaño de Microsoft, de funcionamiento lamentable para un sistema operativo del s.XXI, y se va de la biblioteca. -“Joder, como puede ser que en una ciudad como esta, con franquicia de IBM instalada en Castlenock, a 20 minutos del centro, el funcionamiento de la red en la biblioteca más importante de la ciudad sea tan lamentable. O sea, una cosa es la velocidad de la porquería de mi Windows Vista, de tortuga, pero si le sumamos el malfuncionamiento de la red, aquí ya hay que empezar a quemar algo!!”-. De repente, el enfado se multiplica por ocho, cuando pasa por delante de una del las tiendas de ropa del centro comercial, y ve en el fondo a Tania con su marido, compartiendo risas y demás. En un momento Bob duda de quién era el que la acompañaba, eso no le preocupó, pero cuando encajó las piezas, y por la descripción que le dio Tania de su futuro ex-marido, Bob lo identificó rápidamente, durantes a penas diez segundos allí parado delante, que le parecieron horas, se le pasaron por la cabeza una serie de cosas, y sensaciones, a las que Bob ni siquiera se le habrían ocurrido prever. Cuando consiguió recobrar la conciencia de la situación, siguió su camino, por suerte la pareja no lo vio, ya que también estaban ocupados en sus cositas. Bob no entendía nada, y a la misma vez, lo comprendió todo. –“Vaya mierda, ya se me han acabado los polvos, el notas ese ya se podría haber esperado unos días para venir. Pero… a qué ha venido? Si la pava ésta decía que lo iba a dejar! Ah claro, seguro que volvió a Dublín enfadada, porque él no se vino con ella justo cuando ella lo quiso, y ahora que ha venido, ya se le ha pasado el enfado. Pero claro, las tonterías con las que me vino como si nos hubiéramos enamorado eran sobreactuadas? Realmente, ahora estoy jodido, ya me había hecho ilusiones con la relación, pero tampoco sé que hubiese pasado con ella cuando hubiera vuelto al pueblo, la verdad es que ni me había parado a pensarlo. Que raro, será eso el amor? La desconexión total de la materia gris cuando pasa a blanca, cuando actúas por sentimientos e impulsos sin pensar en las posibles consecuencias?
Llegando ya al piso, y después de darle unas cuantas vueltas más a la cabeza, consiguió despejarse en el piso; allí estaban John y Suzanne, una agradable conversación en la que Bob olvida sus penas, que dará paso a la comida, mientras Bob hace su comida, John, como de costumbre esta encerrado en su habitación, y la chica Alemana coge su pequeño bolso, su belleza, se despide de Bob, y se va. Después de comer, Bob decide ir a un bar con conexión Wi-Fi, el Havana’s bar, tiene que mirar el correo, y navegando por Internet, conseguirá despejarse, al menos durante un rato de las dudas que le asaltan en cuanto a la no-relación con Tania. Al entrar al bar, en una de las mesas cerca de la entrada acristalada, una chica rubia, impresionantemente guapa, esta comiendo sola, -“Bufff, tremenda!! Joder que pasa? Me las ponen estratégicamente para que me vuelva loco?”-. Lo recibe la camarera, Valentina, una chica de Uruguay con la que ha conversado alguna de las veces que ha ido al intercambio lingüístico, -“Jo, anda que esta también!! Tela!!”-. Bob le pide un café con hielo al camarero:
Bob: Coffee on the rocks.
Waiter: What?
Bob: Coffee on the rocks
Waiter: Mmmmmm!!
Bob: Coffee with Ice.
Waiter: Ice coffee??
Bob: I don’t know, maybe.
Waiter: Mmmmm!! Ice coffe?
Bob: Oh Man, it’s the same Coffee on the rocks, than coffee with ice, than Ice coffee? Isn’t it?
Waiter: Mmmmm!!
Valentina: Que querés? (con acento sur-americano)
Bob: Un café con hielo, no se pide coffee on the rocks? Como whisky on the rocks!! Lo vi en la película de Al Pacino –Essence of a woman-
Valentina: Ja ja ja!!, no, pedílo mejor como Ice coffee.
Bob: Ah, como Iceman, vale igual que uno de mis nicknames!!
Valentina: Iceman? Por qué?
Bob: Hombre de hielo!! Así me llaman las chicas, y cuando pilotaba también los tios.
Valentina: Ja ja ja!! Que me desís?
Bob: Si, cuando me dan calabazas, su excusa es que soy muy frío, que ante muchas cosas no me altero, me quedo indiferente. Supongo que ellas esperan que sea como ellas, que me emocione mucho por nada, aunque no lo sienta en absoluto, solo para aparentar.
Valentina: No no nosotras no somos así.
Bob: Y como sois?
Valentina: Es que tenemos más sentimientos, y los mostramos más.
Bob: Ya, me lo creo, pero para equilibrar la balanza, que e por cierto es mi horóscopo, tendrá que haber alguien con menos sentimientos y que los muestre menos.
Valentina: Ese es el problema que tenés vos, los hombres.
Bob: Problema para vosotras, que tenéis unos problemas muy extraños, que para mí los querría.
Valentina: Si ya, es que no nos entendés a las mujeres.
Bob: Ya, ni vosotras a nosotros.
Bob se sienta y mientras el superlento sistema operativo se pone en marcha piensa: I’m freak out!! (estoy flipando!!), que difícil, a ver si se aclaran, whisky on the rocks? Ice coffee? Seguro que ahora voy y pido un Ice whisky, y me dicen que lo pida como whisky on the rocks. Y encima en vaso! Debería estar prohibido servir el café con hielo en vaso. Aunque bueno, aquí conducen por la izquierda, y el Domingo después de salir de la iglesia, se van al pub a ponerse hasta el culo de cerveza!! Es de broma esto!!
Cuando se acaba la batería del laptop: Joder, y ahora encima la bataca solo dura una hora y media, y las dos horas y media que duraba antes de venir a Dublín donde están? Se han quedado en mi casa? Le voy a pegar una patá a esto que vas a ver tu donde va a ir… A ver si engaño a alguien y me compro un MAC pero yá!!, Bob se va camino del piso caminando tranquilamente por Temple zone, para luego atravesar O’Connell street, y llegar al piso. Y sorpresa, el piso lleno de gente, de seguida el primero que estaba en la cocina se presenta, Suzanne le informa que son amigos de Alemania que han venido a ver la isla, y que se quedan a cenar, también le presenta a Manuel, también Alemán, y que habla castellano. En total, los cuatro amigos de Suzanne y Claudia, John y Bob. A las 6.00 pm se están preparando la cena, acompañada de Tónica y Ginebra, al poco rato John se despide, se va al pueblo de su novia. Bob tenía ganas de estar tranquilo un rato en el piso, pero también le parece bien la compañía, aunque la música que tienen puesta lo tortura, conversa con los huéspedes, intercambiando informaciones particulares que hacen la tarde más divertida.


Día 67

Hoy es día de carreras de motos, Bob se levanta por la mañana y almuerza un poco, mientras coincide con Claudia, que para su sorpresa ha dormido esa noche en el piso, después de salir la noche anterior de pubs con s y los amigos comunes de la fiesta de hace dos días, y en la misma habitación de Suzanne, y en la misma cama. Bob, producto de su mente calenturienta y sus pensamientos lujuriosos, le vienen unas imágenes mentales de las dos chicas, vestidas con trajes de látex negro y gorro de policía; Suzanne, con un vestido de minifalda que deje ver sus largas y bonitas piernas, escote pronunciado, y botas con tacón de 15 cms. Hasta justo debajo de la rodilla. A Claudia la ve con un traje de látex negro ajustado perfectamente al cuerpo, con pronunciado escote. Las dos armadas con látigos, esposas y porras. Después de tan calenturienta fantasía, que a Bob le recuerda cierta orgía sadomasoquista que salió a la luz publica después de que se supiera que cierto presidente de cierta federación automovilística participara en ella, consigue recuperar la conciencia y entablar una conversación con la chica, que le pregunta cual es el autobús que va al aeropuerto, él le informa de las diferentes posibilidades, y hace un poco de broma sobre la anécdota, que aún le sigue extrañando, más que nada por el hecho de la dificultad que tiene él de dormir en una cama tan estrecha y corta, hay que sumarle que una de las chicas es casi igual de alta que el, pero es que además, han dormido dos, casi surrealista piensa Bob. Claudia, se marcha esa misma mañana para Inglaterra, tiene que volver a la universidad, para decepción de Bob, que le hubiera gustado disfrutar más tiempo de su compañía, salen los dos juntos del piso, y Bob gentilmente acompaña a la chica a la calle de donde sale el autobús, que por otra parte le cogía de camino del bar. Llegados al punto se despiden, y los dos separan sus caminos, los que posiblemente no se vuelvan a cruzar jamás, o quién sabe. Camino del bar, va pensando lo que pedirá para comer, que será un burger de pechuga de pollo, con lechuga, patatas y salsa, a un precio de 14,50 €, casi se podría denunciar al local por el precio, lo mismo en uno de esos sitios de comida basura, debe de costar unos 5 €, igual no es la misma calidad, pero la diferencia es abultada, pero el Thunder Road es el único sitio donde se pueden ver las carreras de Moto GP. Por el contrario, cabe reseñar también, que el precio de una pinta de Guinness es de 3,95 €, el más bajo de todos los pubs que Bob ha visitado, que comparado con los 5,50 € que cuesta la pinta en Temple Bar, a la vista esta donde se hace el mayor atraco. Cuando nuestro fan número uno de las motos en la ciudad del viento, la Guinness y la lluvia llega al bar, se pide una pinta, para ver justo llegar la salida de la carrera. Las primeras vueltas son buenas, Pedrosa se pone primero en una de sus ya habituales salidas relámpago, seguido sorprendentemente por Elías, seguidos por Rossi y Lorenzo, dos curvas y las primeras caídas, un piloto choca con Edwards y caen al suelo, arrastrando a Hayden -“Otra vez al suelo, ya ha roto la Ducati el imbécil ese, si hubiera salido como tiene que salir no se habría caído, aunque de hecho, si Ducati no tuviera ningún interés en el mercado Estadounidense, al inútil ese no lo fichan ni de coña!!”-, piensa Bob. Avanza la carrera cuando Rossi primero, y Lorenzo después, adelantan a Toni Elías, eso no le acaba de gustar a Bob, pero la carrera sigue. Pasan una repetición de la caída, en la que se puede ver como Hayden se va a por Edwards a recriminarle que lo haya tirado al suelo, éste le informa que a él también lo han tirado, y Hayden se va como una bala hacia el otro piloto haciendo gestos inadecuados, propios de este piloto, intercambian unas palabras, quizá también unos insultos, y realización vuelve a la carrera –“Que reclama el notas ese, que se piensa que hubiera hecho una buena carrera, lleva casi dos temporadas con la Ducati y aún no sabe ni como pilotarla. Que asco de pavo mimao por el papi, cada vez que lo tiran monta una pataleta propia de un niño al que no le dejan jugar con los grandes, gesticulando y tal…El regalo que le cayó del cielo en forma de mundial, ganando solo una carrera, le tendría que servir para darse cuenta que nos es nadie pilotando, que hay otros 18 seguramente mejores que él, y que la única razón que esté ahí, es puramente comercial, o que se piensa, que no se puede caer nadie, y mucho menos tirarlo al suelo! Eso son las carreras chaval !! “-. La carrera acaba, y Valentino Rossi gana en casa, camino de otro mundial más, a ver quien iguala esto. Saliendo de de bar, Bob recibe una llamada inesperada, Tania, extrañado por saber qué quiere, responde. Ella le pregunta como van las cosas y todo eso, él contesta, y ella aprovecha para despedirse por teléfono por si acaso no volvieran a verse, que de hecho es lo que espera ella. El recibe la despedida, e igualmente se despide, ya que en caso de no encontrarse por casualidad en la ciudad, no pasará más por la tienda a recoger el café Mocca. Ella, al ver lo frío que reacciona, se lo recrimina, y ahí Bob es cuando pasa de hielo a llama a velocidad de FERRARI. Le informa que más fría esta ella después de liarse con él y retomar la relación con su marido como si no hubiera sucedido nada. Ella lo niega, dice no saber de que esta hablando, y de que la acusa. Él le dice que los vio el otro día en la tienda de ropa, y que parecía claro resto, ella no reacciona durante unos segundos, no sabe que decir, cuando finalmente encuentra una salida, se excusa ante Bob de que no habían dejado del todo la relación, que había pasado el tiempo, y habían ido hablando, pero las cosas no estaban claras, y cuando su marido pudo ir a verla, lo vio todo claro, quería seguir con el matrimonio a distancia. Le dijo a Bob, que le gustaba y eso, pero que estaba casada, él le respondió que le parecía bien, lo que no aceptaba es que le recriminara ninguna actitud sobre la postura que el tomara, que habían pasado unos días bien, pero eso era todo, no quiso recriminarle que le hubiese sido infiel al marido, le daba igual, y se despidió, pero ella le volvió a recriminar que solo hubiera sido eso para él, que ella se lo había tomado de otra manera. Bob le dijo que muy bien, y colgó, “-Pero a esta pava que le pasa ahora, le pone los cuernos que te cagas al marido, que va a tener que hacer dos agujeros al gorro de policía para podérselo poner, y encima se ralla por que no me deprimo o me suicido por ella. Igual si me hubiese quedado para más tiempo me habría sentado peor, igual si que me había hecho ilusiones, pero de todas formas, yo aquí ahora mismo no me quedaría para más tiempo. Jo que caña, que suerte por otra parte que tienen algunas tias, teniendo pareja, cuando les asaltan las dudas le ponen los cuernos, hacen la comparativa, y al final se quedan con el que más les conviene, y encima igual ni le dicen que les han puesto los cuernos. Como mola el rollo ese!! Diles tontas o sensibles luego, que a la que pillan a un calzonazos, parece que se transformen en diablas”-. Cuando Bob llegó al piso, su nueva compañera se estaba levantando, después de una larga noche de pubs, estaba cansada. Conversaron un rato, la chica que no conocía apenas la ciudad, preguntó algunas dudas, que su compañero de piso le resolvió. Informó a Bob sobre su situación en la ciudad, lo que venia a hacer y demás, también le informó disimuladamente que tenía novio, para tremenda decepción de este y pasaron la tarde viendo películas y conversando. A Suzanne se la ve agradable, simpática, con las ideas bastante claras, lleva con su novio desde el segundo curso en la universidad, se conocían desde antes de ir incluso, pero fue una vez allí, en el October Fest Alemán, donde después de muchas cervezas, cuando algunos ya se habían ido a las habitaciones, solos o acompañados, dependiendo del caso, que ellos dos se quedaron en al jardín de la universidad de Frankfurt, sentados en un banco, aguantando el frío, de después de horas y horas de conversación bajo los efectos del alcohol, Suzanne le propuso de subir a su habitación. Le costó mucho tomar esa decisión, antes de la universidad, ya se habían conocido, vivían en la misma ciudad, Mainz, su primer contacto fue en una discoteca de la ciudad, justo conocerse, hablar un buen rato, y despedirse. Se irían encontrando asiduamente, pero ella quería estar segura de que el era el chico adecuado, que realmente se enamorara de ella. Él iba haciendo su vida, pero siempre que estaba cerca de ella, le afloraban los sentimientos. Estaba dispuesto a esperarla, quizá no mucho tiempo, pero era la idea. En un verano quedaron en hacer un viaje con amigos también estudiantes a Australia, la idea era realmente buena, pero una vez allí, Suzanne aún seguía con sus dudas, sobre las relaciones, sobre ella, y sobre los estudios. Para sorpresa del resto del grupo, decidió quedarse allí para un par de meses, tenía mucho interés en perfeccionar su Inglés, Klaus, en el futuro lejano su novio, no compartía su alegría, es más, no entendía tan alocada decisión. Lo que iban a ser dos meses, se convirtieron en ocho, durante algún mes, Klaus no quiso mantener el contacto con ella, no apoyaba aquella decisión, pero al final desistió, y la esperanza por volver a verla, y el interés que le despertaba, si ella también volvería soltera pudo más, y volvieron a retomar el contacto. Entre tanto, Suzanne conoció a un chico del lugar, un compañero de trabajo, le transmitía fantásticas sensaciones, aunque sabía que no era amor, quería experimentar esa vivencia, la breve relación, en principio como compañeros de trabajo, pasó a más en el período que Klaus dejó de mantener el contacto, eso la entristeció mucho, y la decepción de que no entendiera su postura, que no apoyara su decisión, en un principio la hizo pensar que quizá se había equivocado. Acabó recuperando el contacto con Klaus, mientras seguía viviendo el pequeño affair, pero no se lo dijo, no quería volver a perder el contacto. Cuando volvió de Australia, con la satisfacción de haber tenido una experiencia satisfactoria en todos los sentidos, las salidas con el grupo de amigos, en las que también estaba Klaus, volvieron a sucederse. Solo su amiga más íntima, Claudia, sabría lo del affair, entretanto informaba a Suzanne de lo que Klaus hacía por allí, en ese caso, nada con ninguna chica. En esa época, en una fiesta en casa de unos amigos, por fin acabaron besándose, no pasaría de ahí, pero eso sirvió para enamorar completamente a Klaus, y para que ella tuviese la tranquilidad necesaria, y el apoyo, para iniciar el primer curso universitario. Después de la primera noche de sexo juntos, ambos ya habían experimentado por separado, Klaus hacía muchos años, antes de conocerla, la relación se formalizó y fue hacia adelante. Claudia, en cambio, no ha tenido la misma suerte que su amiga en el amor. Enamorada perdidamente de un chico cuatro años mayor que ella, cuando tenía 14, durante un año lo pasó fatal, cuando ya por fin hizo el cambio de la pubertad, se dio cuenta que aquello había sido un amor platónico, sin ningún sentido. Salió un chico a los 16, durante 3 años, se enamoró, pero también cortó la relación, por no acabar de encontrar en él lo que buscaba. Hasta los veinticuatro que tiene ahora, ha salido con algún chico más, con más o menos suerte en cuanto a comodidad para la relación, pero aún no ha encontrado en amor. En cambio, un chico de su grupo de amistades, sí está enamorado de ella, él lo mantiene en secreto, aunque ella lo sabe, una chica, de esas cosas se da cuenta, y también sabe que no se enamorará nunca de él, no reúne los requisitos que ella busca en un chico, pero en cambio, aprovecha muy bien la amistad que les une, no dándole esperanzas de ninguna clase, ya que sabe que eso, cuando él se diera cuenta que las nulas posibilidades de acabar en relación sentimental, lo destrozaría, y ella no es de esa clase de chicas. Por otra parte, ha conseguido llevar la amistad con él de una manera interesante para ella, apuntalando una amistad que pueda durar mucho tiempo. Estudia para ser profesora de educación infantil, los niños la apasionan, e incluso, más o menos ya tiene calculado cuantos años pasarán desde que acabe de estudiar, hasta ser madre, siempre y cuando, en ese tiempo aparezca el chico adecuado, es la esperanza que tiene.
Claudia es una chica que llamó mucho la atención de Bob, en un principio y a primera vista, el primer día que las vio entrar en el piso, Bob se fijó más en la belleza de Suzanne, resaltaba más, además de por la altura, por el pelo rubio, pero después de unos pocos minutos hablando con las dos, Claudia consiguió despertar su atención, de hecho, no tenía que hacer nada especial para ello, seguramente ni lo hizo; posee una belleza quizá un poco más disimulada, de esas que cuanto más la observas, más te cautiva, y a eso hay que sumarle los ojos azules, y la personalidad. Evidentemente, a Bob, en un día de intercambiar preguntas y demás, no le dio tiempo para averiguar lo profundo de la personalidad de Claudia, ni las características, pero es de esas chicas, que no suele sorprender desagradablemente, cosa que si sucede con algunas otras chicas con las que Bob ha tratado, que la primera impresión es de flash, de quedarse boquiabierto ante la belleza y la simpatía, pero después de conocerlas, quizá por poner unas expectativas exageradas, o quizá no, le decepcionan, las encuentra vacías. Bob tenía la extraña intuición, que si Claudia hubiese llegado antes y hubiesen pasado una semana juntos, habrían empezado una relación, que solo el destino sabría hacia donde llevar.








Día 68

Penúltimo día en la ciudad, hoy no quedan muchas cosas por hacer, a media mañana hay que ir a hacer las últimas compras de alimentos, serán pocos, para luego comer tranquilamente, hoy Bob se ha guardado una pizza y una bebida energética, Monster Energy, que hacía tiempo quería probar pero que no encontraba. Muy buena por cierto, se coloca en segunda posición tras el Red Bull. Mientras Bob prepara la comida, Suzanne hace limpieza general en el piso, tareas del hogar para mujeres, que ya toca, porque Bob, para poco más de un mes que ha estado allí, ha limpiado justo su habitación, y los platos que ha ensuciado, el resto, lo dejaba para los otros inquilinos que ya que vivirán allí durante más tiempo, son los que han de mantener el piso en perfecto estado de revista. Bob supervisa de vez en cuando el trabajo de la aplicada chica, para entretenerse en el penúltimo día, que sin mucho que hacer se hace un poco aburrido. Sería justo destacar también, que una chica que lleva apenas tres días en un piso, se integre tan rápidamente que decida hacer limpieza general y poner orden en aquellas cosas que ha visto necesarias, siendo una chica, tal iniciativa se deba a la necesidad de integración rápidamente para con el resto de inquilinos, y que realmente, necesite la limpieza y el orden el piso. Pero bueno, como parece muy buena chica, y muy legal, Bob, una vez acabada la tarea le agradece el esfuerzo, y se interesa por si ha acabado muy cansada. De hecho, conociendo a Nicole y a John, pero a falta de conocer al chico que falta por llegar, Suzanne ya puede ir cogiendo practica en el tema, ya que seguro sea ella la que repita dichas tareas durante el tiempo que se quede. Después de comer, cuando los dos han acabado las tareas cotidianas de cada uno, la chica la limpieza, el chico el trabajo con el ordenador, los dos descansan el sofá, viendo la tele y manteniendo una conversación, sobre la que Bob informa de los lugares de interés de la ciudad, que la chica empezará a visitar a partir de mañana, cuando venga su novio. Es interesante la Nacional Gallery, a parte de gratuita, poseen un cuadro de Caravaggio (Micheleangelo), que cuando Bob lo vio por primera vez, le produjo tal asombro, que permaneció allí parado 15 minutos observando los detalles del cuadro, la perfecta definición de los protagonistas, con todos los detalles perfectamente dibujados, el juego de contraste entre las sombras y la luz, a partir de eses momento, Bob empezó a apreciar ese tipo de arte, pudo ir entendiendo el por qué de la importancia de la pintura, cuando se crea una obra de arte, un cuadro en este caso hace tantos y tantos años, tan perfectamente bien definido, hasta tal punto que parece una foto, hay que saber apreciarlo. El Nacional Museum y el Museum of Modern Art también son dignos de visita, en el primero hay la evolución de la verde isla desde la época de los Celtas, hasta la actualidad, y en el segundo, se pueden contemplar cuadros, estatuas y monumentos que sirven para contrastar la evolución del hombre. La fábrica de Guinness es otra visita obligada, la destilería Jameson de whisky Irlandés, las dos o tres calles más comerciales también, y con que las recomendaciones van para una chica, obviamente hay que visitar las tiendas de estas. Si soportas la música tradicional Irlandesa, acude a los diversos pubs que ofrecen actuaciones en directo cada día; Temple Bar y toda la zona Temple, hay cosas interesantes, con algunas tiendas que pueden recordar a la calle Portaferrisa de Barcelona. Hay que ir, como no, a Phoenix Park, mejor reservar un día entero y alquilar una bicicleta, cuesta 15 € el día, visitar el Zoo no es obligado, Bob no recomienda un lugar donde tienen animales secuestrados, y si hay que ver animales, en la zona donde está la embajada Estadounidense, hay ciervos que viven y pastan por allí, a parte de que te puedes perder por donde quieras porque todo el parque es bonito de ver. Dar una vuelta por las zonas menos céntricas para ver las típicas casas estilo británico, y los diferentes parques de la ciudad, el Jardín Botánico, Croke Park, si te puedes colar mejor que pagar, es bonito de ver, pero debería ser gratis entrar a verlo, no es el Camp Nou, donde si es obligado pagar, no hay comparación. Y poca cosa más, mezclarse, camuflarse con la gente del lugar y ver como viven, curiosear por la ideología de esta gente, no todos están dispuestos a ayudarte con el idioma, en la forma que a cualquiera que quiera aprender la lengua le hace falta, ya que hay que hacer un esfuerzo y dedicarle tiempo al extranjero, ya sabemos que no solo aquí, en el mundo, pedir a la gente que haga un esfuerzo en depende de qué cosas y le dedique algo de tiempo, es una utopía. Resulta curiosa la tradición de los Domingos. La gente se levanta pronto para ir a misa, solo acabar, ponen rumbo a Croke Park para ver los partidos de Hurling o Fútbol Gaélico según toque, con un desfile de colores en forma de camisetas, bufandas y banderas de los equipos de la ciudad, que hay unos cuantos, los que no tienen entrada, van a los pubs, y a eso de las 11-12 de la mañana, ya empiezan a consumir la bebida nacional, no se olvidan tampoco, de colocar los banderines del equipo en sus coches, para cuando acaba la jornada retirarlos, cosa graciosa, dedicarle algo de tiempo ese día a esa tarea, y permanecer en el pub hasta la noche, para seguir bebiendo, comiendo, cantando y aplaudiendo las actuaciones. También es graciosa la mezcla de religión y alcohol en el mismo día.
Ya por la tarde, Suzanne y Bob, para pasar el rato, deciden ir a tomar una pinta, la que será la última de Bob en la ciudad, cuando llegan al pub, no había mucha gente, tardaron en llegar lo que los dos clientes tardaron en beberse dos pintas, ya con más ambiente en el pub, comenzaron las actuaciones habituales de estos, primero un poco de música tradicional Irlandesa, la que a Bob le parece insoportable, esa misma que ponen a todas horas en las tiendas de souvenirs de Carroll’s, para dar paso a un grupo de danza de claque, que actuaron durante varios minutos, haciendo colaborar incluso a algunas personas del publico asistente en sus pasos de baile. De repente, Bob nota que alguien le toca la espalda, se gira, y para su sorpresa era Tania, se saludan, ella pregunta con quien está, el le presenta a su compañera de piso, y rápidamente Tania se encarga de informar a Bob que está allí con su marido, Bob se alegra y continúa hablando con su s, Tania interrumpe la conversación para despedirse y vuelve con su marido. Bob, ante la cara de sorpresa de Suzanne, que pregunta que si había pasado algo con aquella chica, le explica un poco por encima el affair, y la continuación una vez acabado que parece que va a tener. Suzanne se interesa por el estado de Bob, pero la tranquiliza explicándole que tampoco tenía muchas expectativas puestas en la relación, que pasaron unos días buenos, quizá a los dos les hacían falta, pero que no tenía pensado quedarse en la cuidad por ella, aún más conociendo la situación; luego se disculpa para ir al lavabo. Cuando iba a salir, comprueba que el marido entra, que va directo hacia a el, le muestra la placa de policía y le dice que no sabe de que conoce a su mujer, pero que no le vuelva a hablar más, ni siquiera a mirar, Bob sorprendido, le dice que ningún problema, que no ha ido a la ciudad para tener problemas con nadie, y menos con la policía, que eso ya le había pasado en su país, y acaban ahí la conversación.
La recién creada pareja de compañeros de piso, salen del pub camino del casa, por el camino, Bob le comenta a Suzanne, que si antes había flipado con lo que le había explicado sobre el tema con Tania, ahora le tocaba volver a flipar con lo que había vivido en el lavabo con el marido de Tania. Después de acabar la explicación, la chica alemana vuelve a flipar, nunca se había encontrado con tales situaciones, decía que parecían las de un culebrón. Llegando al piso, en el cruce de calles, Bob oye como alguien grita y se acerca corriendo hacia ellos, cuál fue su sorpresa al ver que era el marido de Tania, parece ser que no había quedado convencido de la explicación de Bob, el marido llega gritando, se planta delante de Bob amenazando y empujándolo, Bob le devuelve la intimidación, y de paso le suelta el primer puñetazo, seguido de otro y de una patada, que dejan al policía Ruso tendido en el suelo, pero este puede levantarse y le devuelve un golpe, a partir de ahí, los dos se enzarzan en un sesión de intercambio de puñetazos, agarrones y alguna patada. Suzanne asustada, intenta ponerse en medio para parar la pelea, pero le resulta imposible, piensa en entrar al piso y avisar a John, pero cae en la cuenta de que éste no esta, se ha ido en uno de sus habituales viajes al pueblo de la novia. Sin saber qué hacer, acude al piso de al lado a pedir ayuda, pero cuando sale comprueba que Bob ya esta solo, el policía se ha ido, Bob sangra un poco por la ceja y el labio, pero está bien, su contrincante ha quedado peor parado. Suzanne le dice de entrar en el piso para que se cure las heridas, una vez allí, el luchador aún está un poco desconcertado con la situación. Se va a dormir, para descansar, y afrontar el que será su último día en la ciudad, del que espera todo sea mejor y más tranquilo.

Día 69

Hoy no es un día para esperar que te despierte la melodía del móvil para despertarte, Bob no ha dormido en toda la noche, pensando el incidente del día del antes, y en los preparativos para despedirse de la ciudad. Lo primero que hay que hacer después de almorzar, es pasar por la tienda Foot Locker de O’Connell street, ha recoger unas Nike AIR JORDAN que días antes Bob compró, pero al no tener su numero, tubo que esperar a que se las trajeran, unas bambas de las que Bob hacía tiempo iba detrás de conseguir, y por la situación del viaje y demás, decidió comprar. Para empezar mal el día, las bambas no habían llegado, las enviaran por correo, ningún problema, estaba con el cuerpo muy dolorido para calzarse unas Jordan, pero la sorpresa llega de camino al piso, Bob recibe una llamada de Suzanne, que le alerta que el marido de Tania, y la Policía de Dublín, se han presentado en el piso preguntando por él, que lo había denunciado por agresión física y acoso a su mujer, evidentemente, presentando sus credenciales como policía Ruso, tramitaron la denuncia sin comprobar la versión contraria, e incluso, lo acompañaron en su búsqueda. Lo siguiente que Bob espera oír por parte de Suzanne, es que halla hecho uso del sentido común, y les hubiese comunicado que ya se había ido del piso. Así fue, pero aún fue más lista Suzanne, ya que no les dijo que se había ido de la ciudad, sino que se había mudado a otro piso, en las afueras, pero que no sabía la dirección, Bob no se la dijo. La policía dirigió su búsqueda en el lugar contrario de la ubicación de Bob, pero el marido, se quedo por la zona, por si acaso se le ocurría volver. El “delincuente”, lo que se le ocurrió, al no saber que habría hecho la policía, fue coger un taxi, que lo acercara por el cruce de calles que hay al lado del piso, para comprobar el terreno, al pasar y ver al marido, hubo de cambiar la estrategia, le dio la dirección del aeropuerto al taxista, para que lo acercara, pero antes, cayó en la cuenta de que la chica que le había alquilado la habitación, Waite, se iba también ese mismo día, así que la llamó para pedirle un favor, que pasara por el piso a recoger la maleta de Bob, que ya la había dejado hecha, y la subiera al avión como si fuera suya, y que ya se encontrarían en el aeropuerto. Una vez allí, la gran sorpresa fue ver otra vez al marido en la puerta, justo donde paran los autobuses y los taxis, avisó al taxista que continuara, y entró por las puertas de servicio al aeropuerto, decidiendo probar la misma suerte que el día de la entrada clandestina al estadio de Croke Park. El porqué de que el marido se encontrara allí, Bob lo dedujo rápido, Tania si sabia que Bob se iba, el día exactamente no, pero se lo dijo a su marido, y este decidió probar suerte. Después de esto, Bob pensó que subir al avión, si el marido decidía entrar y esperarlo en la puerta de embarque, le sería complicado, si tubo facilidad de convencer a la policía de la denuncia, podría hacerlo también para que no le dejaran subir al avión. Robó un chaleco reflectante de un operario que estaba ligando con una camarera en las salas anexas a la zona pública, llamó a Waite, para que le dijera el número de puerta de embarque, para no errar en la elección del avión, y se camufló en el entorno, vigilando cuando salía el camión de las maletas hacia su avión, para infiltrarse como operario novato, ayudando a cargarlas en las bodegas, nadie le preguntó, era como un día cualquiera para ellos, solo le dieron indicaciones para que no errara en las tareas. Cuando acabaron, Bob avisó al conductor que ya estaba, y este se fue, y el nuestro fugitivo aprovechó para acomodarse en las bodegas, camuflado entre las maletas. Rato después, pudo oír los motores, los pasos de la gente acomodándose en el avión, el movimiento, y finalmente el despegue, Bob no tardó mucho en relajarse, y en dormirse entre las maletas de la cómoda bodega, quizá al llegar a Barcelona, le estarían esperando, pero eso ya sería otro asunto.



-Esta ha sido una mininovela de intriga y relaciones amorosas, ha sido escrita por una persona, cuya única intención era entretenerse, y quizá, entretener a quien se haya tomado la molestia de leerla. Al no estar sometida a corrección por ninguna editorial, y sabiendo que quien la ha escrito, no es un profesional de la materia, ha tratado de narrar lo mejor que ha podido una serie de sucesos y vivencias, de 69 días en 69 páginas, con personajes, y la apreciación personal sobre una ciudad-.